El magnesio es un mineral que juega un papel importante en los mecanismos de regulación de las enzimas del organismo y en las funciones corporales (los impulsos eléctricos, el control muscular y la eliminación de toxinas). Por lo que una forma muy fácil de aprovechar este mineral es por medio de la sal Epsom, la cual es elaborada mediante la cocción de aguas minerales y donde posteriormente se extrae los depósitos del mineral conocido como Epsomita, siendo cristales de sulfato de magnesio que cuentan con grandes virtudes para la salud.
Beneficios
La sal Epsom resulta un remedio natural y eficaz para situaciones que ayudan a promover la salud del organismo. Entre ellas está la de fortalecer las proteínas de las articulaciones y las paredes del tracto digestivo. Incluso ayuda a desintoxicar el cuerpo del efecto de medicinas y contaminantes ambientales, mejora la circulación sanguínea y la salud del corazón. Asimismo previene el endurecimiento arterial y los coágulos sanguíneos.
Pero no todo termina ahí, ya que además minimiza los dolores musculares y calambres, a la vez que mejora el funcionamiento nervioso gracias a la regulación de los electrolitos. Sin dejar de mencionar que mejora el estado de ánimo por la producción de serotonina que los sulfatos y el magnesio propician y, alivia la ansiedad, el estrés y la fatiga.
Otros aportes
Otra bondad de la sal Epsom es su gran poder exfoliante, ya que promueve las células muertas de la piel. Ahora bien, si se mezcla esta sal con agua a modo de pasta va a desinflamar golpes, moretones y pechos congestionados. Incluso ayuda a minimizar la picazón en la piel.
Quizás, no habías escuchado nada sobre la sal Epsom, pero convendría empezar a conocer todos sus aportes para la salud. Solo ten en cuenta que si estás tomando antibióticos no se debe utilizar esta sal, ya que podría ser contraproducente. En estos casos lo mejor es acudir con el médico para que valore la situación