Muchas veces estamos más centrados en trabajar mucho más algunas partes del cuerpo, como las piernas, que se están ejercitando cada día cuando andamos, subimos escaleras o salimos a correr, y olvidamos otras que en el día a día nos son mucho más útiles. Por ejemplo el antebrazo y las muñecas, dos zonas que nos hacen falta para muchas cosas, entre ellas: escribir, coger la bolsa de la compra, saludar, utilizar el ordenador o el móvil.
Por todas estas acciones habituales y porque cuando estamos en el gimnasio, las muñecas son una de las zonas que sufren más, al soportar el peso y tensión de las mancuernas, máquinas del gimnasio, nuestro propio cuerpo, etc. Vamos a ver cómo calentar de la manera más efectiva y con cuidado de no lesionar esta zona tan importante para nuestras rutinas semanales y que no suframos esos dolores tan agudos que a veces nos dan.
Las muñecas son articulaciones de carácter débil que si no las cuidamos, podemos sufrir algún disgusto inesperado. Para calentar las muñecas antes de comenzar con un ejercicio en el que las mismas vayan a ser las protagonistas de manera directa o indirecta, deberemos realizar una serie de sencillos movimientos que os explicamos ahora:
Sujetamos la muñeca con la mano contraria y realizamos extensiones y flexiones con la palma hacia arriba. Vamos alternando con ambas manos y el movimiento debe ser totalmente suave y fluido. Diez alternancias por mano.
Con los dedos entre-cruzados, realizar círculos con fluidez en un movimiento rotatorio. Como cuando cruzamos las manos encajando cada dedo con su homónimo en el otro lado para hacernos los interesantes.
Sujetando de nuevo la muñeca con la mano contraria, deberemos realizar movimientos circulares de rotación con ambas muñecas. Con diez rotaciones por cada muñeca bastará, hacia un lado y hacia otro.
Estos simples ejercicio harán que las posibilidades de lesión se reduzcan en un 50% con respecto a si no los hacemos. Esperamos que todos vosotros/as los pongáis en práctica y nos contéis vuestras experiencias muy pronto.