Hoy en SportAdictos queremos mostraros la cara más positiva del deporte. Esta es la historia de Ramón Arroyo, un hombre de 42 años que utiliza el deporte como medio para seguir levantándose cada mañana y que transformó su vida por completo. A Ramón le detectaron esclerosis múltiple, una enfermedad degenerativa que no pudo con la fortaleza de este hombre. Sin más razón que su vida, se planteó un objetivo duro para cualquier persona, pero aparentemente imposible para él: realizar un triatlón de larga distancia.
Se colocó su traje de baño, se subió encima de su bicicleta y se puso las zapatillas de running para demostrarse a él mismo que todo el mundo puede conseguir lo que quiere si se lo propone. La enfermedad no se cura con el deporte, pero éste si le ayudó a seguir viviendo y luchando. Sin duda, un ejemplo de superación digna de un héroe.
A través de esta historia podemos sacar infinitas conclusiones, todas de ellas positivas. La superación constante de cada persona debe prevalecer siempre por encima de cualquier impedimento, y este hombre lo hizo. Consiguió recorrer mucho más allá de la parada de metro de su casa y logró vencer sus propios límites.