Los ejercicios de Kegel están diseñados para fortalecer los músculos del suelo de la pelvis. Estos músculos están sujetos a la parte de adelante, de atrás y a los lados del hueso ilíaco e incluso sostienen la vejiga, lo cual ayuda a evitar escapes de orina. Así que es primordial realizar el entrenamiento de manera eficaz para tener resultados fehacientes.
Cómo hacer los ejercicios del suelo de la pelvis
Si al sentarse y apretar los músculos se siente un ligero tirón, esto quiere decir que se está trabajando bien los músculos, siempre y cuando no se tense el estómago o las piernas, ya que podría ser contraproducente.
Al realizar los ejercicios no hacerlos con prisa. Al principio, es preciso estar en un lugar tranquilo donde se pueda practicar con absoluta concentración. Para ello se debe acostar en una superficie plana y contraer los músculos de la pelvis. Mantener así durante 3 segundos. Luego relajar y hacer 10 repeticiones únicamente.
Llevar a cabo el ejercicio por lo menos 3 veces al día. Todos los días es necesario realizar el movimiento en tres posiciones (acostado, parado y sentado). Con ello los músculos se volverán más fuertes.
Ser paciente. Quizás parezca una tarea fácil, sin embargo no para todas las personas es muy sencillo llevar a cabo los ejercicios de Kegel. Pero al cabo de unas 6 semanas se podrán notar grandes mejorías.
Trabajo en equipo. A muchas personas les cuesta trabajo encontrar los músculos correctos. Por eso el entrenador y el terapeuta (o médico) puede determinar si se está haciendo la rutina correctamente. Incluso se puede llegar a entrenar con pesas especiales o biorregulación.
Así que si has decidido tomar al toro por los cuernos y empezar con esta rutina de ejercicios de Kegel, no dudes en seguir estas recomendaciones de la mejor forma para que se logre el cometido. Solo ten en cuenta que no se deben practicar estos movimientos en el momento que se disponga a orinar, ya que puede debilitar los músculos del piso pélvico.