De las muchas formas de meditar que existen, hacerlo caminando es una de las más amenas para el ser humano. Pero si no tienes muy claro que es una meditación en movimiento o Kinhin, sigue leyendo para que te enteres de todo y puedas ponerla en practica ya mismo.
De qué trata la meditación movimiento
La palabra kinhin surge en Japón y se basa en dos raíces lingüísticas Kanji que quiere decir “atravesar un hilo el telar” y la otra raíz que significa “caminar”. De esta forma, el kinhin sería algo como “caminar las enseñanzas”.
El kinhin es un método de meditación zen que se realiza al caminar. Tanto en oriente como un occidente se distingue la acción de andar como una actividad que permite despejar las ideas, liberar el estrés e incentivar la creatividad. El sentido de las caminatas es el mismo que la meditación: relajar la mente y el cuerpo para avanzar en el despertar. Incluso es un ejercicio que si se realiza a diario con disciplina puede traer grandes beneficios a la salud.
Esta técnica se trata de un modo de caminar consciente alineado con las teorías del budismo zen de Japón. De hecho, cuenta la tradición que el buda meditaba de esa forma, caminando por el bosque lentamente. Se dice que el andar es el puente que une la calma meditativa con el movimiento del mundo.
Es muy fácil llevarlo a cabo, pero requiere un estado contemplativo muy particular. La forma tradicional de llevarlo a cabo es establecer que, por cada 50 minutos de meditación en posición sentada, deberá hacer 10 minutos de caminata. Es decir, primero hay que sentarse a meditar y luego andar en forma sucesiva.
Además, cada paso debe darse con lentitud y consiste en el ritmo de la respiración. De esa forma, puede considerarse una técnica meditativa. En cuanto a la manera de caminar, comenzar con el pie derecho y el recorrido suele ser de 20 a 30 pasos en línea recta para luego retomar el mismo lugar.
Así que si tienes una personalidad inquieta y buscas la concentración, quizás convendría llevar a cabo la meditación en movimiento para lograr el equilibrio y la tranquilidad.
Imagen: vecteezy