Aunque ya es sabido que el ejercicio físico resulta benéfico para la salud, pocos tienen el conocimiento que también ayuda al cuerpo a estar más preparado para hacerle frente al virus. Si aún no tienes muy claro sobre el tema, sigue leyendo para que te enteres de todo.
Aumentar las defensas es la clave para mantenernos sanos
Lo primero que debes de saber es que las infecciones, ya sea virus o bacterias requieren traspasar las defensas del cuerpo para poder colonizar e infectarnos. Dentro de las cuales se encuentran los glóbulos blancos también conocidos como leucocitos que controlan y degradan los patógenos que intentan infectar.
Existen muchas variables que pueden modificar las defensas del cuerpo como por ejemplo las patologías asociadas, la nutrición y el ejercicio. Este último es un factor primordial, ya que se sabe que las personas sedentarias presentan una calidad y cantidad baja de glóbulos blancos, por lo que se recomienda realizar una actividad física de forma constante. Asimismo, los especialistas sugieren que el ejercicio ayuda a minimizar el riesgo de contraer enfermedades crónicas.
Un buen ejercicio minimiza complicaciones de enfermedades crónicas no transmisibles como hipertensión arterial, diabetes, dislipidemia y enfermedades vasculares como accidente cerebrovascular e infarto al miocardio. Así que entre más complicaciones tenga uno, mayores son las probabilidades de que las infecciones sean más complejas, pudiendo ocasionar la muerte.
Sin embargo, cabe recalcar que el exceso de ejercicio puede producir un sobreentrenamiento, lo que a su vez genera una labor contraria y, minimiza el efecto y número de glóbulos blancos.
En conclusión, la recomendación es que antes de iniciar cualquier ejercicio, habría que ser evaluado por un médico para analizar y determinar las capacidades previas y, con ello, prescribir un entrenamiento adecuado. Pero ten en cuenta que el ejercicio con moderación y constante es la clave para mantener un cuerpo y mente sana.
Imagen: saludiario