Hoy en día, existen prácticas confusas en el ámbito deportivo. Una de ellas es la de inhalar amoniaco antes, durante o después del deporte. Un claro ejemplo de ello, son algunos levantadores de pesas o jugadores de fútbol. En diversas ocasiones se ha comparado con el consumo de sustancias psicoactivas. Más allá de la curiosidad, habría que comprender la razón para inhalar amoniaco en el deporte y si realmente sirve.
Inhalar amoniaco
La inhalación de amoniaco en el deporte se lleva a cabo por las fosas nasales. Dicha práctica suele realizarse con la ayuda de un algodón, el cual está empapado de dicha sustancia. La inhalación de amoniaco se conoce como ayuda externa o ergogénica. Por lo regular, este tipo de ayuda favorece la realización del trabajo físico, sobre todo en el ámbito deportivo.
Dentro de las ayudas ergogénicas en el deporte, las más comunes que puedes encontrar, está la cafeína. Siendo de las más empleadas por deportistas e incluso en la vida cotidiana de personas que no llevan a cabo un deporte.
En términos generales, se puede determinar que la inhalación de amoniaco si sirve. Se afirma que el inhalar amoníaco interrumpe la función respiratoria, razón por la cual resulta contradictorio su uso, ya que lo que se busca es el estímulo del reflejo inhalatorio.
Al usar esta sustancia, el sistema respiratorio se irrita sobre todas las vías respiratorias. De tal forma, que el organismo comienza inhalar de manera repetida y rápida, provocando una mayor toma de aire oxigenado. En pocas palabras, la inhalación tiene como objetivo aumentar el ritmo respiratorio durante la ejecución del deporte.
Aparte de la activación del reflejo en aleatorio, el inhalar amoniaco influye directamente en la función cardiovascular del cuerpo. De esta forma, el ritmo cardiaco también se ve influenciado por este producto, el cual a su vez incrementa el flujo sanguíneo en todo el cuerpo.
Al trabajar de manera conjunta con el ritmo respiratorio, el organismo recibe mayor cantidad de sangre oxigenada y, por ende, los músculos se ven favorecidos durante su funcionamiento. El ritmo cardíaco está suficientemente apropiado, pero no es nocivo ni excesivo. Por lo que no llega a provocar arritmias o taquicardia.
En conclusión, si eres deportista de alto o medio rendimiento, lo ideal es consultar con un médico antes de inhalar el amoniaco. Recuerda que la salud no está en juego y debe ir más allá de una simple recomendación realizada por algún deportista.
Imagen: entrenamiento