Tener acidez es normal y, resulta hasta habitual si hemos comido demasiado de forma puntual, o bien, si la digestión es muy pesada. Esa sensación de acidez o ardor en la boca del estómago o centro del pecho se produce cuando los ácidos del estómago pasan al esófago. El reflujo se asocia con un cierre defectuoso o debilitado del esfínter esofágico interior que puede llegar a producir síntomas o complicaciones. Por ello, habría que seguir ciertas medidas para prevenirlo.
Medidas preventivas
Cuando el reflujo gastroesofágico se convierte en un compañero no bien recibido, existen ciertas medidas que se pueden poner en marcha para eliminar las molestias y que aparezcan complicaciones. Así que habrá que atender los siguientes factores.
Obesidad o sobrepeso. El exceso de peso favorece la aparición del reflujo gastroesofágico, ya que incrementa la presión a nivel abdominal. A veces, el simple hecho de realizar una dieta hipocalórica para perder peso puede resolverlo o ayuda a mitigar los síntomas del reflujo.
Cenar muy tarde. Este hábito favorece que aparezca la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Así que se aconseja cenar antes y que sea una cena ligera, por lo menos 3 horas antes de acostarnos. La misma recomendación se puede aplicar para las siestas. En este sentido, se aconseja no tomar mucho líquido antes de dormir, ya que esto podría ser más fácil que suba al esófago al estar acostado, sobre todo en personas con hernia del hiato.
Alimentación rica en grasas. Una alimentación con un porcentaje elevado de grasas ralentiza a la digestión y mantiene durante más tiempo el ácido en el estómago, lo cual favorece el reflujo. Opta por una alimentación equilibrada con grasas saludables y come con moderación.
Tabaco. Es un relajante del esfínter esofágico y un estimulante de la secreción de ácido. Por lo que el fumar incrementa la posibilidad de que se produzca un reflujo. Además, puede agravar los síntomas y desarrollar complicaciones que se vinculan al reflujo gastroesofágico. Evita fumar y realizar hábitos saludables.
Comer antes del ejercicio. En casos de hernia de hiato, el realizar ejercicio va a aumentar la prensa abdominal y, por ende, elevar la presión intraabdominal, siendo más fácil que pueda haber episodios de reflujo, lo que limitará el entrenamiento.
Así que no dudes en incorporar estas medidas preventivas para evitar la presencia del reflujo gastroesofágico. Pero ante cualquier malestar, no dudes en acudir con el médico para una valoración de inmediato.
Imagen: blogdeasisa