Puede que las planchas sean de los ejercicios que odias o amas, pero nadie puede negar que es gran forma de trabajar el abdomen. Sin embargo, existen variaciones que pueden resultar excelentes como por ejemplo la plancha copenhague. Es por ello que nos vamos a centrar en este movimiento, por lo que si no has escuchado sobre ella, a continuación te explicamos el paso a paso para realizarla correctamente.
Planta copenhague
La plancha copenhague es una de las variaciones de planchas más exigentes, pero tiene niveles de dificultad para poder ir subiendo conforme se va adquiriendo la técnica. En esencia, no deja de ser una plancha lateral, pero se caracteriza por trabajar cadera, aductores, abductores y muslos. Es decir, que no solo se trabaja el abdomen, sino gran parte del tren inferior.
Para realizar la plancha copenhague habría que colocar la espinilla en un banco. El antebrazo deberá quedar perpendicular al torso en el suelo. Subir la cadera como una plancha lateral normal. A partir de ahí, mantener el tiempo estipulado (pero las planchas copenhague se deben sostener menos que las tradicionales, ya que el equilibrio se complica y aumenta la fuerza del core).
En cada nivel, se puede incluir carga o movimiento para modificar el estímulo. El realizar movimientos con el brazo y la pierna libre hará que el cuerpo deba estabilizarse y trabajar de manera diferente a lo que hace si no hay movimiento. El estirar la mano que está en el suelo también puede dar intensidad, al aumentar el brazo como palanca. Incluso se puede añadir peso al ejercicio con una mancuerna o disco situada en la cadera, ya que es el punto donde será más desafiante.
Así que si estás en búsqueda de un ejercicio que apoye tu entrenamiento para trabajar el abdomen, no dudes que la plancha copenhague es una gran opción. Ahora bien, si tienes dudas en su ejecución, no dejes de consultarlo con el entrenador para lograr el objetivo.
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