Tras unas semanas en el entrenamiento sientes que vas perdiendo interés y puede que todo se vaya por la borda en un instante. Entonces valdría la pena seguir estos consejos que pueden darte nuevamente esa motivación para que logres llegar a la meta de la mejor forma y con una actitud positiva.
Crea estímulos visuales
Quizás, en la habitación o el baño está la foto de esa modelo que tanto admiras, ya que somos personas visuales y usamos imágenes para estimularnos. Así que usa la imagen que desees y ponla en un lugar estratégico para que la mires a diario y, con ello, puedas incentivarte a darle con todo en los entrenamientos para logres la meta estipulada.
Realiza tus comidas con antelación
No te des por vencido y te derrumbes en un sillón. Prepara tu comida del día siguiente y porciona en moldes para solo calentar y comer sin prisas. No olvides que con una buena planeación semanal va a organizar mejor tus alimentos para que estos sean saludables y balanceados.
Haz tu playlist
Aunque en el gimnasio escuchas una que otra canción que resulta de tu agrado, no hay como ir al ritmo de la música favorita. Así que lo más idóneo es crear la propia playlist para escucharla al ejercitarse.
Tómate fotos
Puede que tu dieta no este funcionando del todo, que exista una falta de hidratación o la cena que estás llevando está repleta de calorías, entre miles de razones más, pero el punto central es que no ves resultados en tu cuerpo. Una forma de ver tus avances es cambiar todo ello e irte tomando fotos para que todo quede claro. La comparación de las selfies no miente.
Recupérate de un desliz
Ha llegado tu mejor amiga con una tarta o es el cumpleaños de tu jefe en la oficina que se hace presente ese pastel y, claro está, que sino tomas una rebanada te verás mal. Así que come sin remordimientos, pero después recupérate y sigue adelante. Un pequeño contratiempo no va dejar cumplir con ese resultado que anhelas.
Es importante que tras un hastío en el gimnasio te des un impulso para que comiences de nuevo, pero esta vez para no fallar y darlo todo ¡Vale la pena! ¿No, crees?