El consumo de energía diaria es la suma que se genera por el metabolismo basal y todas las actividades que se realizan. El primero podría decirse que es el valor mínimo de energía necesaria para que cada célula pueda subsistir. Esta energía mínima se utiliza en las reacciones químicas intracelulares que se requieren para la realización de funciones metabólicas esenciales como es el caso de la respiración. Pero ello depende de varios factores como la talla, el peso, el sexo, la edad, etcétera. A este cálculo hay que incorporar las actividades extras, entre ellas la práctica deportiva.
Consumo de energía
Hay dos maneras de consumir energía. La primera de forma directa, es decir el consumo de calorías que se produce durante la actividad física. Por otro lado, cuando se hace deporte se da una serie de cambios en el organismo que hacen que ese gasto siga siendo elevado durante las horas siguientes.
Así que es importante prestar atención y saber que al realizar una actividad deportiva desencadena un proceso energético continuo. Esto se debe a que mientras se hace deporte, el cuerpo empieza un proceso mediante el cual consume más oxígeno debido a que las diferentes partes del cuerpo lo precisan para hacer frente al esfuerzo. Este proceso se prolonga por horas después de haber terminado de entrenar o competir, ya que el cuerpo experimenta una fase de recuperación en la que el consumo calórico sigue siendo elevado.
En el caso de las personas que tienen una mayor masa muscular, el consumo de energía se mantiene aún más tiempo debido a que contiene un mayor número de fibras los músculos para poder funcionar de manera correcta, incluso en reposo. Si a eso se le agrega un ejercicio aeróbico, en el que la respiración es mayor, se obtendrá un gasto energético alto.
Cuál es el mejor deporte y a qué hora ejecutarlo
Respecto a cuál es el momento adecuado para practicar deporte, aunque se va a consumir la misma cantidad de calorías en cualquier hora del día, pero el entrenar por la mañana es lo más recomendable, ya que se produce un efecto acelerado del metabolismo durante las horas posteriores. Si este mismo ejercicio es a la última hora de la tarde, este proceso se verá opacado en parte por el descenso natural del metabolismo que ocurre al llegar la noche. El cuerpo está programado para descansar a partir de cierta hora y para que el proceso sea más sencillo. El descenso de la frecuencia cardiaca relaja y facilita el sueño.
El ejercicio aeróbico de baja intensidad y larga duración no resulta el mejor método para eliminar la grasa. Investigaciones afirman que el deporte aeróbico de alta intensidad no solo quema más grasa con mayor eficacia, sino que también acelera el metabolismo y lo mantiene alto durante un buen período de tiempo después del entrenamiento.
La intensidad siempre es relativa al individuo. El caminar más de 6 km/h representa un ejercicio más intenso para una persona que no entrena. Mientras que el correr a 10 km/h no supone un gran esfuerzo para un deportista élite. Si bien, es cierto que para perder grasa no deseada se requiere prolongar las sesiones por encima de los 40 o 45 minutos. Lo ideal es hacer que las reservas de glucógeno hepático y muscular comiencen a bajar para que el cuerpo se vea forzado a utilizar la grasa como combustible metabólico. Aun así, es imposible precisar el momento en el cual se comienza a quemar más grasa, ya que ello depende de cada persona, de lo que haya comido las horas previas, el tipo de ejercicio, el grado de entrenamiento y hasta el clima.
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