Las causas de retención de líquidos en el ejercicio puede ser por varias situaciones. Los deportistas se sienten hinchados cuando cumplen una serie de factores, lo que podría generar alteraciones en el rendimiento así como en el estado de salud. Por ello, es preciso activar ciertos mecanismos para poder solucionar el problema cuanto antes. Sin embargo, hay que tener claro que para obtener un máximo desempeño a nivel físico, habría que mantener un estado de homeostasis en el medio interno.
Recomendaciones para evitar la retención de líquidos
Una de las primeras recomendaciones para frenar la retención de líquidos, es la de moderar la ingesta de sal. No todo el mundo responde de igual forma a este mineral, ya que hay un condicionante genético considerable. Lo cierto es que algunas personas podrían llegar a desarrollar problemas de tipo circulatorio a partir de una ingesta excesiva.
De igual forma, se aconseja el asegurar un consumo de ácidos grasos omega-3. Estos nutrientes cuentan con una función antiinflamatoria, lo cual ayuda a prevenir un gran número de patologías complejas, aparte de optimizar la recuperación tras un esfuerzo físico arduo. Así que habría que incluir en la dieta diaria alimentos como el aceite extra virgen, el aguacate y los pescados azules.
Como medidas extras dietéticas se podría incluir el uso de medias de compresión que favorecen el retorno venoso y la exposición a daños de temperaturas diferentes. De esta forma, se potencia la función vascular para obtener una circulación más eficiente que reduzca el riesgo de desarrollar esa sensación de pesadez e hinchazón en los miembros inferiores.
Pero si el problema persiste y no hay una situación de sobrepeso, lo ideal es consultar con un médico. En ocasiones puede ser algún fármaco lo que genera esta alteración en el equilibrio hídrico. En estos casos, puede ser un problema hormonal de base que se puede solucionar con un tratamiento adecuado.
Es por ello que para reducir la incidencia de enfermedades crónicas y complejas, es necesario llevar a cabo una dieta adecuada, así como una práctica de ejercicio de manera regular. Solo así podrás mantener en equilibrio el organismo.
Imagen: prensalibre