La falta de aliento y los ataques de tos son de los síntomas del asma que se desencadenan, por lo que importante cuidarse al máximo. Sin embargo, existen razones de peso por las que el ejercicio contribuye a mantenerte en óptimas condiciones en la medida de lo posible. ¡Así que jamás renuncies al deporte!
El deporte y las personas asmáticas
En general, el deporte trae consigo grandes beneficios a la salud de los pacientes. Al realizar ejercicio se trabajan los músculos respiratorios, por lo que mejora la ventilación, aumenta el movimiento físico y ayuda mantener un peso favorable. También es la mejor cara de esta relación asma-deporte, aunque exige que el deportista asmático tenga un control y conocimiento de esta patología.
Si el paciente es diagnosticado con asma y no lleva a cabo un tratamiento o tiene un asma mal controlado, el ejercicio puede causar ataques de asma. Así que habría que realizar un control y estar valorado por un médico.
Con las debidas precauciones, hay pocos límites en los pacientes asmáticos, ya que el tener dicha enfermedad no impide que se ejercite. Y aunque no existe un ejercicio único recomendado para personas asmáticas. Todos los asmáticos pueden hacer cualquier deporte y pueden destacarse profesionalmente en dicho ámbito. Dentro de los posibles aportes que se pueden practicar son los de resistencia en largo recorrido.
Ahora bien, si el paciente está controlado del asma con un entrenamiento físico previo, los deportes de resistencia como correr largos trayectos, fútbol, hockey sobre hielo, esquí de travesía, ciclismo o baloncesto pueden ser realizados. Estos aportes exigen un mayor gasto energético durante cierto tiempo, por lo que requiere un mayor entrenamiento físico.
El secreto está en el nivel de control que se tenga sobre el asma para convertir las desventajas en grandes beneficios. Pero para no llevarnos sorpresas desagradables, siempre es importante seguir las recomendaciones de un médico para asegurar la técnica sin poner riesgo la salud.
Imagen: infosalus