Si eres una persona de costumbre y te gusta seguir siempre los mismos ejercicios, lo más probable es que en poco tiempo te encuentres estancado. Sin embargo, no tienes porque abandonar esas rutinas que tanto conoces por no obtener los resultados deseados. Tan sólo habría que modificar algunas cosas. El incorporar inclinación o declinación a tus ejercicios va a desarrollar fuerza en general y superar esa obstrucción. Así que considera estos movimientos y motívate al máximo.
Flexión declinada
Coloca las muñecas debajo de los hombros y los pies a lo ancho de las caderas. Los pies deberán colocarse sobre un cajón para que el cuerpo se incline hacia abajo. Dobla los codos y baja el pecho hasta que te encuentres justo por encima del suelo. Exhala y empuja hacia arriba hasta llegar a la posición inicial.
Vuelo inclinado con mancuernas
Sostén una pesa en cada mano y siéntate en un banco inclinado a 45°. Recuéstate y coloca las mancuernas sobre el pecho. Dobla los codos ligeramente y gira internamente los hombros para que los codos puedan apuntar hacia los lados. Lleva las pesas a los lados del pecho hasta que sientas un estiramiento. Exhala a la vez que inviertes el movimiento y presionas las pesas hacia atrás para comenzar.
Press de banca inclinado
Coloca el agarre de la barra a una distancia mayor que el ancho de los hombros y mantén los dedos meñiques dentro de los anillos marcados. Envuelve los pulgares completamente alrededor de la barra. Coloca los pies en el suelo justo debajo de las rodillas. Saca la barbilla sobre la clavícula a la altura del pecho. Contrae los glúteos y empuja los pies hacia el suelo a la vez que presionas el peso hacia arriba. Sube hasta que las codos se bloqueen y la barra esté en posición inicial.
Así que empieza a incorporar estos ejercicios con inclinación para ayudar a que otros músculos funcionen y puedas encontrar el equilibrio perfecto en tu entrenamiento.