El número de mujeres que practican deporte en la actualidad no para de aumentar. El evento se produjo en la década de los 70s y fue en las escuelas donde se fraguó. Desde ese momento se convirtió en símbolo de la igualdad. Por ello, ahora es más habitual ver a miles y miles de mujeres disputando los grandes maratones del mundo.
Deportistas femeninas
La presencia de deportistas femeninas ha ido creciendo más y más y, desde entonces la brecha entre hombres y mujeres en relación con el interés por el deporte se ha reducido notablemente en los últimos 50 años. Esa es una de las conclusiones que se extrae en el último informe de Women and Sports. Actualmente, casi el 50% de la población femenina mundial se muestra interesada en el deporte.
Los medios de comunicación de masas, han acercado el deporte a la sociedad, sobre todo las mujeres. En general, disciplinas como el atletismo, el tenis o el patinaje artístico son aquellos que despiertan mayor interés entre ellas que entre ellos.
Toda historia tiene un “érase una vez” y de esta se escribe en los colegios, ya que de ahí nace la pasión por el deporte. Según se desprende del informe Women and Sport, aquellas mujeres que participan en actividades deportivas en el colegio tienen un 70% de probabilidades de seguir interesadas en el deporte por el resto de su vida. En la década de los 70s y de los 80s incrementó la participación de las niñas en dichas actividades y han sido estas mujeres las que, con el paso del tiempo, han ido transformando las reglas. La tendencia se mantendrá, ya que ahora son ellos los que impulsan a sus hijas a practicar el deporte. En ese aspecto, las diferencias entre países son considerables.
Qué impulsa a la mujer a realizar un deporte
Las respuestas más habituales tiene que ver con la salud y los beneficios emocionales como aliviar el estrés, conectar con gente afín, sentirse bien o perder peso. Los deportes más practicados son el ciclismo y el running. La diferencia respecto a las motivaciones de los hombres es que ellos suman una variable a lo anterior, la competitividad. En relación con las barreras surgen factores como la vergüenza, las lesiones o el miedo al fracaso. También se menciona salir de la zona de confort como un handicap, pero eso no puede ser una barrera sino un impulso.
Así que solo habrá que cambiar el chip para que el deporte deje de ser cosa de hombres y las mujeres participen más en ello.
Imagen: telva