Las semillas de albaricoque son un pequeño hueso que se encuentra en el centro del fruto del albaricoque (damasco). El árbol del albaricoque recibe el nombre de Prunus armeniaca y su fruto es similar al melocotón. Pertenece a la familia Rosaceae. El albaricoque tiene una cubierta exterior aterciopelada y dorada y, la pulpa es de un color naranja dorado. El hueso interior contiene la semilla y cuando se prensa se obtiene un aceite parecido al aceite de almendras amargas. Este último ha entrado en grandes controversias por su supuesta eficacia para luchar contra el cáncer. Pero realmente es cierto, vayamos a desvelar la incógnita.
semilla de albaricoque
Los fitoterapeutas que practican la fitoterapia tradicional china utilizan la semilla de albaricoque para el tratamiento de enfermedades respiratorias como enfisema y bronquitis. Se cree que actúa como supresor de la tos y expectorante.
Sin embargo, existe una controversia con respecto a que las semillas de albaricoque, específicamente sobre la amigdalina uno de sus componentes que se ha reconocido como una posible sustancia preventiva del cáncer e inhibidores del crecimiento de células malignas.
Pero estudios más recientes demuestran que la amigdalina no destruyen las células cancerosas. Incluso existe suficiente documentación que demuestra que la amigdalina se descompone en cianuro, potente tóxico que en el cuerpo humano si se toma en dosis altas puede producir la muerte.
Mientras que los médicos chinos suelen combinar la semilla de albaricoque con otras plantas como el Ophio-pogm o la hoja de mora. En algunos ensayos médicos chinos se ha señalado que una pasta hecha con semillas de albaricoque y azúcar puede aliviar la bronquitis crónica. Según estudios se puede ingerir una semilla por cada 15 libras de peso corporal para combatir el cáncer. Aunque existe un debate importante sobre su grado de toxicidad para los seres humanos, los médicos chinos recomiendan utilizar la semilla con cuidado si el paciente presenta diarrea.
En conclusión, la semilla de albaricoque no puede prevenir el cáncer. No obstante, la práctica no es inofensiva por el riesgo de intoxicación por cianuro. Es por ello que la agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea se vio obligada en el 2016 a emitir un comunicado al respecto. No en vano existe un sector de población que cree que este producto puede liberar del desarrollo del cáncer o posibles recaídas. Pero no hay evidencias científicas de que prevenga el cáncer, más bien, existen casos documentados de envenenamiento por cianuro e incluso muertes por comer esta semilla.
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