El introducir bebidas a la dieta puede ser una buena estrategia para inhibir el hambre. Aunque no se debe abusar de ese tipo de productos, su ingesta ocasional resulta benéfica, ya que cuenta con una gran cantidad de nutrientes esenciales. Habría que resaltar que la mejor opción de consumir frutas es en su estado natural. De esta forma, se aprovecha toda la fibra del alimento, lo que a su vez genera un impacto positivo en la microbiota y minimiza la velocidad de absorción de la fructuosa, lo que resulta positivo a nivel metabólico.
Bebida de mango, piña y papaya
La mezcla de frutas en esta bebida resulta excelente para una dosis extra de antioxidantes. Además, son determinantes para minimizar el riesgo de enfermedades crónicas causadas por un exceso de inflamación. Para ello, bate 150 g de pulpa de papaya, 150 g de pulpa de piña/ananá, 1 mango previamente pelado y cortado en trozos y, 100 ml de agua hasta integrar. Sirve y espolvorea un poco de cacao.
Bebida de plátano, papaya y piña
Esta bebida tiene un contenido considerable de vitamina C, nutriente importante para incrementar las defensas e incluso aumenta la síntesis de colágeno y actúa como antioxidante. Para ello, bate 150 g de pulpa de papaya, 150 g de piña/ananá fresca, 1 plátano, 20 ml de zumo de limón recién exprimido y 100 ml de agua hasta obtener una consistencia homogénea. Sirve y espolvorea un poco de canela en polvo.
Bebida de naranja, kéfir y frutos rojos
Los probiótios como el kéfir ayudan a mejorar la salud de la microbiota intestinal. Asimismo, son capaces de aumentar la eficiencia digestiva y prevenir el desarrollo de patologías metabólicas. Además, existen evidencias de que podrían reducir el riesgo de contraer enfermedades transmisibles. Para ello, bate 2 plátanos medianos, el zumo de una naranja, 300 ml de kéfir, pulpa de maracuyá y un puñado de frutos rojos hasta homogeneizar. Sirve y espolvorea un poco de canela en polvo.
La elaboración de estas bebidas es una opción interesante para calmar o inhibir el apetito. No contiene azúcares añadidos, aporta nutrientes y prolonga la sensación de saciedad. Así que puedes consumir entre horas o durante las meriendas, siempre y cuando sea con moderación.
Imagen: hola