La natación y el running son deportes muy completos. Sin embargo, tienen características especiales y diferencias que vale la pena sacar a flote para elegir el mejor. Así que vayamos a conocer un poco más sobre ellos para tomar la decisión más acertada.
Natación vs Running
Primero que nada habría que considerar algunos aspectos importantes como el volumen de trabajo, la intensidad y la frecuencia con la que se aplica el deporte. Además, también depende de la edad, del entrenamiento previo que se tenga y las habilidades físicas.
Se dice que la natación es el deporte más completo, en el cual permite trabajar todos los grupos musculares y mejorar en la respiración y el sistema cardiaco. Asimismo, nadar tiene un menor impacto en las articulaciones inferiores en comparación con el running.
El running es una disciplina que cada vez genera más adeptos, al ser un deporte efectivo si se desea bajar de peso. Incluso es más económico, precisa menos preparación y se puede realizar en cualquier sitio.
Ahora bien, si se pone en una balanza que es mejor nadar o correr, no hay duda que estos deportes quedarían equilibrados, por lo que debe haber un empate técnico. Así que para elegir uno u otro, habría que ser por gustos particulares y objetivos. Si somos seres de agua, la natación es la mejor elección. Por el contrario, si se requiere estar con pies firmes en tierra, el running es lo acertado.
Al existir una batalla entre natación y correr, siempre se pueden unir y demostrar que no existen disciplinas incompatibles. En el caso de correr y nadar, cientos de personas los practican en conjunto. Y es que básicamente estaremos sacando lo mejor de cada disciplina, ya que habrá más músculos involucrados, se mejora la postura, se refuerzan los sistemas cardiaco y respiratorio y, habrá menor riesgo de lesiones.
Por último, evitaremos que los músculos se acostumbren a cierto tipo de ejercicio y nos obligamos a trabajar diferente, según el medio en que nos encontremos, ya sea acuático o terrestre. Además, está la posibilidad de entrenar en cualquier época del año, sin importar el clima u otra situación en particular.