La pata de ganso es una lesión muy común en corredores. Se caracteriza por un dolor intenso en la cara interna de la rodilla que no mejora con la aplicación de hielo y estiramientos. Muchos corredores lo sufren y se le denomina pata de ganso, porque en esta zona hace referencia a la inserción de los músculos semimembranoso, sartorio y grácil de la parte interna de la rodilla. Se llaman así porque estos tres músculos simulan el aspecto de una pata de ganso.
Posibles causas de la tendinitis de pata de ganso
Son varios factores los que pueden provocar la tendinitis de pata de ganso. Entre ellas están:
Exceso de ejercicio. Suele achacar esta dolencia al exceso de ejercicio físico. Por lo que habría que evitar la sobrecarga muscular.
La pisada. Es otro de los factores, ya que una mala pisada termina sobrecargando los músculos, lo que podría generar la tendinitis.
Problemas lumbares previos. También puede suceder que la tendinitis de pata de ganso se deba por problemas en la zona lumbar y pelvis.
Ejercicios para la pata de ganso
Vasto interno del cuádriceps. Ponte de pie y flexiona la rodilla al máximo sujetándote del pie con la mano contraria a la rodilla flexionada. Mantén la postura durante 3 respiraciones profundas y luego repite el ejercicio con la otra rodilla.
Psoas. Este ejercicio requiere el uso de un apoyo. Lo ideal es que el apoyo sea de 1 m, más o menos la altura de una mesa de comedor. Colócate frente al apoyo y pon el talón de la pierna en él. La pierna levantada debe estar completamente estirada. Con la espalda recta, inicia el movimiento de inclinarte hacia adelante hasta tocar con la cabeza la pierna que tienes en el apoyo. Las primeras veces no conseguirás llegar, por lo que no habría que esforzarse. La elasticidad que estamos buscando no se consigue a la primera, más bien con la repetición y constancia. Mantén la postura durante 30 segundos y cambia con la otra pierna.
Postura de la mariposa. Siéntate en el suelo y flexiona las rodillas hacia dentro hasta juntar las plantas de los pies. Sujeta los pies con las manos y apoya los codos en las rodillas. Con la espalda recta, inclina el cuerpo hacia adelante obligando las rodillas a llegar al suelo. Las primeras veces no lo conseguirás del todo, por lo que no habría que esforzarse. El movimiento continuo hará ganar más flexibilidad. Mantén la postura durante 30 segundos o 3 respiraciones profundas.
Ya tienes la solución a la tendinitis de la pata de ganso, por lo que habría que poner manos a la obra. Ahora bien, si notas que la molestia no cede, no lo pienses más y acude con el médico para un tratamiento adecuado según las condiciones.
Imagen: fisioterapiaencordobaaquiles