La espasticidad puede afectar la coordinación y movilidad, haciendo que algunas tareas cotidianas resulten complicadas. Puede presentarse por la existencia de lesiones en neuronas que controlan el movimiento. La espasticidad o los movimientos involuntarios súbitos pueden generar un impacto psicológico y emocional, ya que puede afectar la imagen que tiene el paciente de sí mismo y su motivación. Aunque no existe una cura definitiva, es posible recurrir a remedios naturales que pueden mejorar el día a día.
Infusión de valeriana
Una de las plantas más relajantes que existen, es la valeriana. Se puede preparar una infusión de valeriana para relajar el cuerpo tanto física como mentalmente debido a sus propiedades analgésicas. Para ello, vierte 1 cucharada de valeriana a 1 taza de agua hirviendo. Deja infusionar durante 10 minutos. Transcurrido el tiempo, filtra y bebe. Lo mejor es tomarla por la noche antes de acostarse para que el cuerpo se recupere durante las horas nocturnas.
Aceite de romero
El romero es una hierba benéfica para tratar algunos problemas del organismo. En este caso, una infusión puede ayudar a que la inflamación minimice. Para ello, se puede empapar un paño en una solución de agua y hojas de romero. Aplicar en la zona afectada. Asimismo, puedes utilizar aceite de romero y dar ligeros masajes.
Compresas con vinagre de manzana
El vinagre de manzana cuenta con propiedades, dentro de lo que sobresale ayuda a evitar el dolor y los espasmos musculares en el cuerpo. Siendo un remedio ideal para combatir la tensión del músculo. Se puede sumergir la zona afectada en un recipiente con una mezcla de agua y 2 tazas de vinagre. Otra opción es aplicar gasas o compresas impregnadas de la mezcla y dejar actuar durante 30 minutos.
Además de realizar los remedios naturales, las personas puedan realizar un masaje suave en el músculo afectado de manera paulatina. De esta forma, se puede obtener un alivio rápido. Si el dolor es intenso, lo mejor es acudir con el médico para una valoración exhaustiva.
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