Pareciera que el respirar es lo más fácil del mundo, ya que es algo que hacemos todos los días. Pero ¿acaso el respirar bien es tan sencillo como parece? Por lo regular inhalamos y exhalamos de manera automática. Sin embargo, podríamos entrenar la respiración para poder controlarla y que sea más efectiva. Así que sigue estos ejercicios y nota la diferencia.
Respiración intercostal
Recuéstate sobre una esterilla boca arriba y coloca las manos a ambos lados de la caja torácica, por encima de las costillas. Cuando inhales envía el aire hacia dicha zona, pero sin dirigirlo al estómago. Puedes colocar una mano sobre el pecho y la otra en las costillas, ya que la colocación de manos facilita el hecho de dirigir el aire hacia cierto sitio en concreto.
Respiración abdominal
Quizás, sea de las más famosas y suele hacerse con mayor facilidad. Pon una mano sobre el abdomen y dirige el aire ahí. Cuando inhalas notas que la mano sube a la vez que el vientre se hincha. Cabe mencionar que la musculatura abdominal deberá estar relajada cuando respiramos.
Respiración clavicular
Es una respiración superficial y común en las personas que padecen ansiedad. Para ello, habría que colocarse sobre una esterilla boca arriba. Mientras que una mano va al pecho la otra va al abdomen. Inhala el aire y detenlo antes que llegue al pecho, de tal forma que la mano que se encuentra sobre el mismo no se mueva. Este movimiento es con el fin de saber cómo es este tipo de respiración, ya que podría hiperventilarnos.
Respiración total
Para poder terminar el entrenamiento, habría que hacer una respiración total que lleve las tres anteriores. Para ello, túmbate boca arriba sobre una esterilla. Inhala y dirige el aire al abdomen, después a la zona torácica y al final a la clavícula. Después sigue el orden pero a la inversa.
Recuerda que este tipo de respiraciones es muy útil para poder estar en relajación, controlar situaciones de estrés, o bien, para descansar y sentirse mejor ¿Qué dices?¿Te animas?