El ponerte en forma requiere más que fuerza de voluntad y constancia. Y es que no importa el lugar donde se lleve a cabo la actividad física (gimnasio, parque, centro deportivo, etcétera), una buena equipación puede maximizar los resultados e incluso evitar una lesión. Así que presta atención a las consecuencias sino se usa la ropa deportiva correcta.
Ropa
El uso de ropa deportiva a la hora del ejercicio no es por capricho, sino más bien para evitar patologías. Hoy en día, la mayoría de las marcas trabajan con tecnología que evacua el sudor. De esta forma, el sudor no se queda atrapado entre el tejido y la piel, sino que se evacúa hasta el exterior manteniéndose fresco y seco a la vez que entrenas.
En el invierno, la ropa deportiva adecuada puede hacer la diferencia para evitar tomar un resfriado si se entrena al aire libre. Mientras que en el verano podría salvarte de una infección, ya que las bacterias puede reproducirse si encuentran un lugar cálido y húmedo.
Gafas
En el verano, cuando se entrena al aire libre, es importante proteger los ojos del sol por medio de unas gafas especialmente diseñadas para el deporte que se vaya a practicar, o bien, al grado de luz al que se va a exponer. Es por ello que habría que asegurar una protección frente a los rayos ultravioleta con filtro que pueda actuar sobre el 90% para garantizar la salud de los ojos.
Incluso el filtro solar de las gafas y el material que se emplea para su fabricación es ligero pero resistente. El riesgo a no utilizar dicha protección en los ojos va desde el deslumbramiento y todos los peligros que trae consigo hasta el desarrollo de fotoqueratitis o cataratas.
Calzado
Los pies son la parte del cuerpo más importante en los runners. Así que se debe equipar muy bien tomando en cuenta la forma de pisar, las características físicas y el terreno por donde uno se mueve. Así que una vez que se sepa si es pronador, supinador o neutro se puede elegir el calzado correcto para corregir errores de la pisada, ya que de lo contrario puede haber lesiones de tendones y ligamentos en un plazo largo.
También habría que considerar la época del año en la que se corre para poder adecuar el calzado. Las zapatillas para el verano son ligeras con ventilación en la suela para evitar ampollas debido al roce o recalentamiento del pie. El peso corporal y la cantidad de kilómetros a recorrer (semanal o mensual) también son otros puntos a considerar.
Así que las prendas adecuadas harán la diferencia y solo tendrás que preocuparte por seguir la rutina como debe de ser para que todo sea un éxito.