Algunos deportistas hacen todo un ritual para antes de entrenar. Desde la ropa deportiva, los dispositivos fitness, las herramientas y la música hasta las cremas con factor de protección solar y las tiras anti rozaduras para estar muy bien equipado y darle con todo. Pero ¿acaso has llegado a probar los geles termogénicos para la piel? Si tu respuesta es que no, entonces aquí te cuento brevemente qué pasa cuando se aplican al cuerpo y en qué contribuye su acción.
Qué es el gel termogénico
Los geles termogénicos tienen un ingrediente común que es el aceite sintético o natural, o bien, una mezcla patentada de aceites. Estos incluyen aceites a base de petróleo, aceite de oliva, coco, jojoba y linoléico. Estos geles tiene una base de aceite que digieren la grasa subcutánea que está junto a la piel y ayudan a liberar la grasa en el torrente sanguíneo que se puede usar como energía. Este proceso se denomina termogénico o generador de calor. Y lo que hace es abrir los poros para que mejore la circulación y la pérdida de peso.
La sudoración es el mecanismo natural del cuerpo, ya que ayuda a regular la temperatura corporal. La única forma de incrementar la tasa de sudoración es si se aumenta la temperatura corporal. Y el sauna, el ejercicio y el gel termogénico lo harán.
Desventajas
Aunque al principio todo puede marchar muy bien cuando se aplica el gel termogénico, es posible que encuentres ciertas desventajas al usarlo. Si una envoltura de neopreno impide que se forme el sudor, una persona puede recalentarse. El hacer una actividad física de forma vigorosa puede coincidir en una pérdida de líquidos considerable. Así es que es primordial rehidratarse para que el organismo funcione bien. Ten en cuenta que la deshidratación impedirá estar sin ganas para el entrenamiento. Asimismo, una dieta equilibrada que incluya todos los distintos grupos de nutrientes es vital.
Los suplementos termogénicos pueden ser otra alternativa. Estos se basan en ingredientes naturales que van a aumentar el metabolismo del cuerpo y quemar la grasa. No obstante, que los geles son una evidencia que no tiene un respaldo fehaciente. Así que está en ti probarlos y asegurarte de acudir con un experto para que te brinde ayuda. Solo recuerda que no hay magia que evapore la grasa. Todo esfuerzo está recompensado con mucha disciplina y constancia para lograr la meta.