Las personas solemos percibir estados emocionales que reflejan el bienestar o exaltación. Existe un sistema que ha recogido dicha información y lo refleja debido a los mensajes que recibe en forma de sensaciones viscerales y estados anímicos. Así que es importante movilizar y masajear las vísceras abdominales para que contribuyan a su buen funcionamiento. He aquí un par de ejercicios que harán la diferencia.
Estirar abdomen
Colócate frente a una pared con una pelota. Ahora hazla rodar del antebrazo hacia el codo por la pared, empujándola lo más alto posible. Siente como el estiramiento se ejerce hasta la parte anterior del abdomen. Deja que la columna se arquee en toda su longitud y empuja hacia arriba desde lo pies.
Subir caderas
Acuéstate boca arriba sobre una esterilla y apoya las pantorrillas sobre una silla. Relaja el vientre y coloca las manos en el ombligo. Repasa mentalmente lo que hay debajo de la piel (grasa subcutánea, músculos, sistema visceral, aparato digestivo). Sube las caderas y siente como se desplaza el cuerpo.
Mover pelvis
Ponte de pie a espaldas de la pared. Apoya la pelvis sobre una pelota no muy dura y hazla rodar de lado a lado, presionándola un poco y guiándola con las caderas con el fin de movilizar el sistema visceral. Puedes abrir los brazos y apoyar los dedos sobre la pared para fijar la parte superior del cuerpo.
Torcer caderas
Recuéstate boca arriba sobre una esterilla. Extiende los brazos y las piernas y forma una “X”. Coloca una pelota debajo de la pelvis para facilitar su movilidad. Apoya los talones en el suelo y ruédalos de lado a lado (como si fueras un limpiaparabrisas con los pies). Orienta tu cuerpo para sentir el estiramiento en distintos lugares de la cintura.
El realizar estos movimientos hará que el cuerpo tenga más espacio, mejora la postura y la respiración, además de crear un equilibrio. No olvides acompañar esta rutina con música suave y relajante.