Si has pasado un embarazo relax y lleno de emociones, quizás después comienza la etapa de caos por el cambio de rutinas. Así que lo más seguro es que te sientas agotada por atender al nuevo miembro de la familia y, por ende, no tienes la más remota idea de cómo recuperar el cuerpo que tenías. Por ello, a continuación te muestro una serie de ejercicios para que hagas con tu bebé y pasen momentos únicos.
Campana lateral
Colócate en posición de desplante lateral sobre una esterilla. Dobla una rodilla mientras que la otra queda bien extendida. Apoya el brazo en la rodilla que está flexionada. Lleva el brazo contrario por arriba de la cabeza. Ahora Intenta tocar tu bebé con el brazo que está extendido. El trabajo se debe sentir en el abdomen, así que mantenlo contraído todo el tiempo.
Medias lagartijas
Ponte boca abajo sobre una esterilla y apoya la punta de los pies y las rodillas en el suelo. Con los codos pegados al cuerpo, baja el torso. Mantén la espalda recta, evitando sacar los glúteos. Coloca al bebé entre tus codos y baja hasta tocarlo levemente. Cuando te sientas más confiada y con más fuerza, prueba hacer las lagartijas completas.
Apoyo en carriola
Pon la carilla frente a ti y apoya las manos en ella. Lleva un pie hacia adelante a la vez que la rodilla trasera se flexiona para casi tocar el piso. Sube y baja cambiando de pierna. El trabajo se debe sentir en los glúteos y muslos.
Cargar al bebé con brazos extendidos
Flexiona las rodillas, echando los glúteos hacia atrás. Cuida que las rodillas no sobrepasen la punta de los pies. Al bajar y subir aprieta los glúteos.
Recuerda que antes de iniciar tu sesión de entrenamiento, lo ideal es consultar con el médico para saber si esto es lo mejor para ti, según tus antecedentes clínicos. Ahora que si ya te ha dado luz verde para iniciar, ponte ropa adecuada, acondiciona un área tranquila e iluminada, ponle play a la música y no olvides calentar para evitar lesiones a futuro.