Cuando llegamos a determinado momento del desarrollo personal, nos damos cuenta que para poder entender lo que hay a nuestro alrededor, es importante tener un control y conocimiento sobre lo que ocurre en nuestra mente. Si no controlamos lo que pasa más allá, podremos estar navegando en un barco sin timón. Así que veamos estos simples ejercicios que si los practicamos con constancia van a asegurar mejoras en el dominio de uno mismo.
Practica meditación
Dedica al menos de 15 a 20 minutos al día a la meditación. Para esto no necesitas una técnica en concreto, sólo es necesario ser capaz de observar esos pensamientos que hacen acto de presencia en tu mente. Para ello, siéntate cómodamente y después de hacer varias respiraciones profundas, espera el siguiente pensamiento. Cuando esto pase obsérvalo y déjalo partir. Entonces espera el siguiente y realiza lo mismo. Se consciente de los espacios que existen entre esos pensamientos, de tal forma que te conviertas por un rato en el testigo del juego de tu mente para identificar lo que te hacía vivir de forma inconsciente.
Presta atención a una sola cosa
Este ejercicio consiste en fijar toda nuestra atención en un solo pensamiento que contiene nuestra mente. Es preciso mantener la atención durante al menos 5 minutos. Es normal que al principio el tiempo de concentración sea corto, pero si mantienes la constancia, el tiempo irá en aumento de manera progresiva. Se podría decir que al ejecutar la atención se requiere al igual que los músculos, un entrenamiento regular.
Realiza juegos mentales
Habitualmente la práctica de los juegos mentales, vas a conseguir mejorar y poner en marcha tu actividad y agilidad cerebral. Asimismo, mejora la capacidad de concentración.
No pienses en nada
Este ejercicio se podrá llevar a cabo cuando ya has conseguido cierta habilidad con los anteriores. Y es que se trata de bloquear la entrada de pensamientos en la mente. En un principio conseguirás hacerlo durante breves instantes y de a poco podrás mantenerte más tiempo, consiguiendo así ser el dueño de tu propia cabeza. Si logras combinar estos tres ejercicios, va a mejorar el control sobre tu mente, proporcionando una gran ayuda tu cerebro para que despierte y active ciertas zonas que hasta ahora permanecen dormidas.
Aprende algo nuevo
El hecho de aprender algo nuevo, logrará que distintas áreas cerebrales se pongan en marcha y activará la capacidad de concentración. Prueba el aprender otro idioma, en leer otro tipo de libros, a patinar o cualquier cosa.
Así que además de practicar estos pequeños trucos, podrás mimar a tu cerebro al suministrarle el oxígeno que necesitas con una buena respiración y los nutrientes necesarios por medio de la alimentación. Así que ve de a poco e incluye estos ejercicios en tu día a día y verás como tu vida comienza a cambiar para bien de manera muy notoria.