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Estar frente a una pandemia ha causado un gran impacto en la sociedad, lo que incluye un modo de vida diferente como llevar el trabajo a casa, tener un estilo de vida sedentario así como la restricción de eventos sociales y deportivos, entre muchas cosas más. Todo esto causa un revuelo y nos lleva a tomar medidas necesarias para evitar un contagio. En el ámbito deportivo, se exploran formas de permitir el regreso al entrenamiento y las competencias tanto a nivel profesional como amateur. Sin embargo, en ausencia de una vacuna existen diferentes desafíos que habría que enfrentarse para retomar todo. Así que se está considerando introducir un cubrebocas tras el entrenamiento.
Cubrebocas vs Ejercicio
Un cubrebocas hace que sea más difícil inhablar la cantidad de aire necesaria para funcionar en los niveles más altos. El ejercicio conduce a respiraciones rápidas y difíciles, por lo que usar un cubrebocas durante la rutina ejerce mayor presión sobre el flujo de aire.
Con un entrenamiento de intensidad baja moderada, el esfuerzo se sentirá un poco más difícil de lo normal con un cubrebocas, pero aún así, puede ejercitarse. El problema se agrava cuando el ejercicio es intenso, ya que requiere aire a velocidades de aproximadamente 40-100 litros por minuto.
Cuando hacemos ejercicio pesado, los músculos producen ácido láctico, lo que causa esa sensación de ardor. Esto se convierte en dióxido de carbono y se exhala. A medida que pasa el ejercicio moderado a intenso, es probable que vuelva a respirar dióxido de carbono, lo que reduce la función cognitiva y aumenta la frecuencia respiratoria.
También puede haber menos oxígeno en el aire reciclado, lo que podría limitar el ejercicio en altitudes altas, así que es importante que comprendamos mejor las restricciones del ejercicio pesado con una máscara facial.
Por tanto, en la reapertura de los gimnasios y el clubes deportivos que desean reanudar cuanto antes sus actividades, habrá que realizar una investigación urgente para garantizar la seguridad de la comunidad deportiva, independientemente de las condiciones. ¡Más vale ir a la segura!