Cada vez hay más personas que optan por tatuarse cualquier parte del cuerpo, aunque muchas desconocen todo lo que se debe prevenir después de tatuarse, y una de ellas tiene que ver con el ejercicio. Los tatuajes permanentes se realizan con una máquina que funcionan con agujas y estas hacen punciones, al introducir tinta en la capa superior de la piel. Esto genera un leve sangrado y, por tanto, es una herida que debe cicatrizar. Y es aquí donde intervienen varios factores que habría que tener en cuenta para evitar complicaciones.
Los tatuajes y el ejercicio
Los tatuajes recién realizados son heridas abiertas, por lo que habría que evitar el sudor que gotea durante el entrenamiento, ya que puede llevar gérmenes. De igual forma, la atmósfera húmeda que rodea la piel podría convertirse en un caldo de cultivo para las bacterias.
También existe infinidad de deportes en los que se corre el riesgo de ser golpeados como boxeo, fútbol, baloncesto entre otros. Durante la mayoría de los ejercicios y en casi todos los tipos de deportes, la piel sufre una fricción cuando estamos en constante movimiento y esto no es lo mejor para una zona sensible.
Tampoco habría que realizar deportes acuáticos o disfrutar de una actividad en ríos, mares y piscinas, ya que el agua puede contener suciedad y bacterias, lo que provoca complicaciones. Asimismo, el cloro de la piscina y la sal del mar pueden derivar en una infección grave así como el deterioro de la tinta del tatuaje.
Lo ideal sería esperar por lo menos 15 días después del tatuaje para poder retomar el entrenamiento. Sin embargo, esto va a depender de 2 factores primordiales.
- La zona del tatuaje.
- El tamaño del tatuaje.
Pero no todo está perdido, ya que podrían realizarse otras actividades físicas ligeras como Yoga o una caminata ligera.
Consejos
Una vez que han pasado los 15 días que aconseja el experto, el tatuaje recién hecho debe seguir los siguientes consejos.
Vigila el aspecto de la piel tras realizar el ejercicio y observa que no haya indicios de una irritación.
El deporte a ejecutar debe ser moderado, evitando que se estire en exceso la zona de la piel tatuada.
Los deportes de contacto habría que dejarlos de lado hasta que el tatuaje esté completamente curado. Con ello no se correrá el riesgo de una abrasión en la piel.
Lavar e hidratar la piel después de salir del gimnasio. Cuanto más cuidado este, menor será el riesgo de infecciones.
Una vez que se ha aclarado el tema de los tatuajes y el ejercicio solo queda recordar seguir los cuidados necesarios al pie de la letra.
Imagen: crello