Pocas cosas son tan dolorosas como la pérdida de un ser querido. Cuando esto sucede, en nuestro cuerpo pasa un tornado de emociones que va de la tristeza, el enojo, la incertidumbre, hasta la desesperación, la impotencia y el arrepentimiento de no haber aprovechado todo el tiempo con esa persona. Con el pasar del tiempo, esos sentimientos dan paso a la aceptación y se aprende a vivir con él.
En ese proceso de duelo para evitar caer en una depresión, es importante continuar con la rutina diaria en la medida de lo posible. Incluso habría que frecuentar a familiares y amigos para expresar tu sentir. Pero algo que puede ayudar mucho a sobrellevar el duelo, es el ejercicio.
El ejercicio y el estado de ánimo
Sin importar el estilo de vida llevas y que no seas fitness, es necesario buscar un deporte que te guste para mantenerte activo. Y es que al ejercitarse, el cerebro libera sustancias químicas que generan una sensación de bienestar a la vez que minimizan el estrés.
El esfuerzo que genera cualquier actividad física ayuda a despejar la mente para pensar con más claridad y liberar emociones contenidas. Es decir, te distraes del dolor y te mantienes buscando en el presente.
Por otro lado, al realizar una actividad física tienes la oportunidad de socializar y conocer a otras personas. El solo hecho de intercambiar una sonrisa amable o saludar a las personas que también se ejercitan mientras tú lo haces, puede tener efectos positivos en el estado de ánimo.
Hacer 30 minutos de ejercicio al día de 3 a 5 días a la semana ayuda a mejorar de manera significativa el estado de ánimo. Asimismo, al hacerlo el cuerpo y la mente se mantienen ocupados y esto puede servir para mantenerte alejado de los pensamientos negativos y el dolor.
Para que no desistas de ejercitarte, elige la actividad que disfrutarás al máximo y el tiempo que le dedicas no lo veas como una obligación, sino más bien como un regalo para ti mismo. Si dejas de hacerlo un día, no te desmotives y vuelve intentarlo hasta lograr que se vuelva un hábito.
Imagen: muyinteresante