El tubérculo favorito que a la mayoría gusta, es la patata ya sea cocida, frita, machacada en forma de puré o asada. Pero ahora es un alimento que conquista los desayunos y postres, al realizarse leche de patata. Y por su procedencia, quizás no sea de las leches vegetales más apetecibles de probar, pero más allá de ello, tiene un aspecto similar a la clásica y es una opción más para las dietas veganas o personas con intolerancia o alergias vegetales, siendo benéfica para el organismo.
De qué trata la leche de patata
Más allá de ser un cultivo sostenible y resistente a la intemperie climatológica, la leche se extrae de la patata, el cual es un proceso de emulsión mezclado con el aceite de colza. Esta bebida también contiene proteínas de guisante, fibra achicoria, agua, aditivos y saborizantes. Además, su ingesta ofrece un rico aporte de fibra, vitaminas y carbohidratos a la dieta. Tiene un gran sabor rico (aunque algunas personas destacan cierto gusto y olor a sal y harina) y resulta benéfico para el cuerpo, siendo un apoyo para una alimentación equilibrada y variada.
Asimismo, este tipo de bebida proporciona un aporte de calcio, ácido fólico y vitamina B, necesarios para el desarrollo del organismo. Beneficios de los que carecen otro tipo de bebidas vegetales y, lo mejor de todo, es que su nivel de azúcar y grasas saturadas es mínimo.
Sin embargo, como todo alimento también tiene ciertas complicaciones, y es que la leche vegetal no deja de ser un alimento procesado. Y aunque por el momento solo se encuentra en ciertos países, es importante revisar la etiqueta del producto para optar por lo más natural. Ten en cuenta, que antes de ingerir este producto habría que platicarlo con el médico para ver si es lo mejor para ti e ir a la segura.
Imagen: womenshealthmag