Según un estudio análisis del consumo de pan en el target infantil, elaborado por el Instituto de Investigaciones de Mercado y Marketing Estratégico Ikerfel para la organización Interprofesional de Cereales Panificables y derivados de España, un 70% de los hogares con hijos de hasta 18 años consume al menos una barra de pan al día. Este estrato de la población española parece sostener la ingesta de pan, ya que el 80% de los encuestados por Ikerfel aseguran haber incrementado el nivel de ingesta frente al 2020.
De hecho, ese escenario se repite en más poblaciones de hogares con hijos de entre 6 a 12 años, donde se incrementó un 10% la cantidad consumida en relación con el año anterior. Esto se debe a que los más pequeños de la casa les gusta el sabor del pan y los padres lo consideran un alimento óptimo para llevar a cabo una dieta saludable.
Combustible para el cuerpo
El pan es una fuente importante de hidratos de carbono, cuyo componente principal es el almidón que a la vez se transforma en glucosa y actúa como combustible para proporcionar energía en el cuerpo. El niño que tienen una actividad física implica siempre un gasto elevado de energía, por lo que el pan ayuda a cubrir la mayor necesidad de ingesta de hidratos de carbono. En estos casos, un bocado acompañado de fruta o lácteos puede ser una gran opción.
No obstante, el resto de los casos, la ingesta de cereales y sus derivados donde se integra el pan, suele contar con una frecuencia menor a la recomendada por los expertos. Así que no ingerir una cantidad de pan suficiente podría conducir a desequilibrios importantes en la dieta, incrementando el porcentaje de energía procedente de grasas y proteínas.
De hecho, la Guía de la Alimentación Saludable de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria aconseja consumir arroz al igual que pasta entre 2 o 3 veces a la semana. Además de acompañar con pan todas las comidas realizadas a lo largo del día. En lo que respecta al tipo de variedad de pan predilecta por los niños, cabe destacar que el 51% opta por opciones más versátiles como pan rústico y chapatas. Esto se debe a que son dos clases de pan válidos para ingerir en las comidas y como bocadillo. Al pan rústico y las chapatas le siguen, por orden de preferencia entre los más pequeños otras variedades como pan gallego, mollete, payés y candeal.
Por todo ello, Incerhpan impulsa la iniciativa “Buenos días con pan de Europa”, dicha campaña de comunicación en colaboración con la Comisión Europea, proporciona información para que los más pequeños conozcan las propiedades del pan y sigan una dieta saludable además de fomentar la ingesta de al menos 2 raciones al día.
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