El ácido hialurónico es una molécula que se encuentra en los tejidos del ser humano como la piel, los cartílagos y las articulaciones, etc. Es un componente natural que el cuerpo genera por sí solo y ayuda a mantener una piel hidratada y elástica. El cuerpo va generando ácido hialurónico por si solo hasta los 25 años aproximadamente. Pero a partir de esa edad, la producción empieza a minimizar y perder firmeza. Es ahí cuando empiezan aparecer las primeras arrugas y la flacidez. La solución a ello, es aportar un extra de ácido hialurónico para lubricar las partes móviles del cuerpo.
Aporte del ácido hialurónico
El ácido hialurónico se puede inyectar en la dermis de la piel. Esta técnica es muy común, pero habría que acudir con un profesional para utilizar este relleno dérmico. Siendo una gran alternativa si queremos que penetrar en la piel para aportar hidratación y elasticidad. Pero habría que tener cuidado con ellos, ya que algunos cuentan con conservadores que contrarrestan los beneficios de este componente.
El ácido hialurónico puede ingerirse como complemento oral, ya que ayuda a producir colágeno de manera natural. Se trata de una proteína abundante en el organismo y es vital para la piel, las articulaciones y los músculos.
Los efectos pueden variar según el tipo de producto y la cantidad, así como de la persona y la zona tratada. No tiene la misma duración si se aplica en la articulación que en el rostro. Si bien, es cierto que la mejor forma de notar cambios de manera pronta es por medio de aplicaciones inyectables. La aplicación correcta trae consigo beneficios que pueden reflejarse de manera inmediata.
Lo bueno de este componente es que es biodegradable y la piel después de un tiempo vuelve a su estado natural. Lo ideal es hacer revisiones anuales para lograr un avance. Este método resulta eficaz y seguro. Incluso puede ser en cualquier época del año con el personal autorizado.
Así que el ácido hialurónico realmente tiene un aporte benéfico que vale la pena considerar.
Imagen: revistavanityfair