Los efectos a nivel psicológico tras la llegada de la primavera se confunden con depresión. Sin embargo, se trata de algo pasajero, producto de la adaptación del cuerpo al cambio de temperatura. Y es que pocas veces conocemos el resultado real del cambio del clima y, por tanto, los subestimamos. Con la primavera aumentan las horas del día con sol y la temperatura, percibiéndose otro clima emocional.
Efectos psicológicos tras la primavera
Los cambios primaverales podrían ser difíciles de afrontar. Este tipo de malestar se debe a una adaptación del organismo debido a los cambios en las condiciones de luz. Cabe aclarar que no se trata de un cuadro patológico y tampoco requiere medicación.
Alteraciones en el ánimo. Se expresa por medio de altibajos emocionales. Es estar con la motivación funcionando al 100% y luego sentirse frustrado por no tener ganas de hacer nada. La apatía y la tristeza son emociones que suelen presentarse con mucha frecuencia.
Pérdida de memoria. Como algo temporal, se refiere a olvidarse de lo que queremos hacer, es decir, dejando algunos asuntos pendientes.
Fatiga y cansancio. Se traduce en una sensación de falta de energía y somnolencia.
Irritabilidad. Quizás podamos sentirnos, que un acontecimiento insignificante nos detona el mal humor.
Dificultades para concentrarse. Estar distraídos, por lo que hace imposible llevar a cabo una tarea de manera sostenida.
Otros efectos de la llegada de la primavera también incluyen pérdida de cabello, reducción del deseo sexual y falta de apetito.
Recomendaciones para prevenir la astenia primaveral
De las acciones que pueden llevarse a cabo para contrarrestar los efectos de la astenia primaveral son:
Intenta dormir temprano. Lo ideal es intentar dormir entre 7 y 8 horas, permitiendo que el cuerpo se habitúe a nuevas condiciones.
Conecta con actividades de disfrute. Busca un momento para realizar planes que te mantengan motivado.
Busca una alimentación saludable. Las frutas y los vegetales son de gran ayuda. También es conveniente que por la noche dijeras comida liviana y al menos dos horas antes del descanso. Evita alimentos grasos e industrializados y cafeína.
Aprovecha para realizar ejercicio. Las temperaturas más cálidas son un llamado para salir a caminar y hacer actividades al aire libre. Sin embargo, hay que tener en cuenta la moderación y empezar de a poco para no exigir demasiado al cuerpo.
Por tanto, habría que aclarar que el cambio de estación afecta a cada uno de un modo en particular. Es necesario tener en cuenta que los efectos físicos y psicológicos de la primavera son transitorios y no duran más de dos semanas. Ahora que si persisten por más tiempo, lo aconsejable es acudir con el médico para una valoración exhaustiva.
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