La barba sigue estando de moda y cada vez más hombres deciden dejársela. Desde el punto de vista estético, muchos tienen sus preferencias. Pero desde el punto de vista de la salud, hay quienes sostienen que la barba es una acumulación de microorganismos potencialmente patógenos, sobre todo aquellos que descuidan la higiene. Pero qué hay de cierto en esto.
Qué microorganismos alberga la barba
El asegurar que un rostro con barba tiene más microorganismos que los que tiene una cara afeitada supone una negativa. La microbiota de la piel y de los folículos es muy parecida a nivel superficial. Estudios sobre esta cuestión coinciden que las bacterias que existen en las barbas y las caras son muy similares. Estas forman parte de la microbiota de la piel como estreptococos, estafilococos, propionibacterium acnes, demodex y algunos hongos como el pityrosporum
Otros microorganismos que pueden encontrarse como patógenos o como comensales es la bacteria Escherichia coli, responsable de infecciones intestinales y del tracto urinario y, la bacteria Staphylococcus aureus, capaz de producir infecciones respiratorias en la piel. Aunque mucho menos común, como patógeno también se pueden encontrar el hongo Tinea barbae, cuyo síntoma principal es la aparición de calvas redondas en la barba que pueden confundirse con casos de alopecia areata.
Los problemas que se relacionan con el vello facial no tienen que ver con la existencia o no de barba. En cambio, el afeitado si puede plantear alguna complicación. Cuando se produce el afeitado se crean microerosiones, lo que es fácil para la infección por Staphylococcus aureus y en ocasiones aparece foliculitis. La mayoría de los casos es una patología banal que únicamente provoca molestias leves y transitorias.
En conclusión, al igual que ocurre con el resto del cuerpo, es primordial mantener la barba en perfectas condiciones y evitar molestias. El lavado es parecido al del pelo, por lo que una ducha y un champú son suficientes.
Imagen: freepik