Los pies suelen sudar mucho más de lo que creemos aunque no lo notemos y puede haber humedad durante varias horas al día. Siendo la causa principal de muchos de los problemas habituales como la aparición de hongos o mal olor. Lo que hace que esa humedad se convierta en un auténtico caldo de cultivo en donde las bacterias y los hongos emiten gases que se multiplican y de ahí aparezca un olor putrefacto. Sin embargo, para evitar ese desagradable problema, la gente suele recurrir al uso de talco. Pero muchas veces se preguntan, si realmente esto funciona. ¡Aquí te lo contamos todo!.
Uso del talco en los pies
El talco suele ser una fragancia mezclada con talco y polvo fino hecho de silicato de magnesio que tiene doble efecto, el absorber una cantidad limitada de humedad y contraer el tejido externo del cuerpo, haciendo que la piel se sienta suave y seca, dejando un agradable aroma.
En cierto modo, se puede decir que son excelentes contra el sudor de pies. Tan solo basta espolvorear entre los dedos, en la planta del pie, en el calcetín e incluso en el calzado para eliminar el exceso de sudor. Pero aunque algunos polvos pueden ayudar a absorber el sudor, esto no detiene la acumulación de bacterias que conduce al olor corporal.
Mucha gente se confunde con esto porque piensa que el sudor seco o el sudor excesivo es la causa del mal olor de los pies. El pie tiene la mayor cantidad de glándulas sudoríparas en comparación con otras partes del cuerpo, pero todo el olor corporal está causado por bacterias. Cuando la bacteria se mezcla con el sudor actúa como un medio para transferir el olor. Así que no siempre el eliminar el sudor soluciona el problema.
También hay algunos inconvenientes que debes conocer, ya que los talcos pueden llegar a causar una gran resequedad, sobre todo a nivel de los talones, lo que puede ocasionar grietas. Otro problema que puede ocasionar el talco, es la alteración del pH de la piel. Esto se debe a que el sudor es uno de los encargados de mantener el pH de los pies y al ser absorbido por los talcos, ya no puede realizar su función, variando así el pH de esa zona del cuerpo.
Es decir, que como los polvos del talco se acumulan en los poros y no permiten que eso se vapore en algunas situaciones podría empeorar. Incluso podría provocar dermatitis. Algunos talcos contienen amianto, sustancia que puede ser tóxicas si se inhala y hasta podría causar cáncer de pulmón. También se han relacionado con otras enfermedades como asbestosis y cáncer de ovarios.
Así que para evitar arriesgarte y usar talco de manera desmesurada y descontrolada, lo ideal para tomar otras medidas contra el olor de pies.
- Antibióticos tópicos en lugar de cremas hidratantes.
- Uso de jabones con germicida para eliminar bacterias de la piel.
- Ventilar los zapatos y dejar que sequen después de haberlos usado para evitar la proliferación de bacterias en su interior.
- Adquirir un desodorante natural compuesto por almidón de maíz, óxido de zinc y talco.
No obstante, no hay que abusar de estos productos. Si se practica algún deporte, también se puede optar por antitranspirantes potentes que contenga cloro de aluminio al 20% y, elegir calcetines y zapatillas transpirables.
Así que la próxima vez que intentes usar el talco para evitar el mal olor, considera estos consejos y no dejes de acudir con el podólogo para que pueda asesorarte mejor.
Imagen: craftologia