Entre el bullicio, los ruidos urbanos y las palabras provocan desordenes, por lo que el silencio está ausente de nuestras vidas y más si se encuentra uno en grandes ciudades. Así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el escándalo como una plaga moderna, por lo que el silencio puede ser una gran alternativa para poder recobrar el equilibrio interno y, con ello, una reconexión en la vida.
Aplaca la mente y las emociones
El tener períodos de silencio va a ayudar a serenar, calmar y recobrar el equilibrio. Incluso se alivian las tensiones y oxigena el organismo. De lo contrario, el ruido aumenta la presión sanguínea y afecta directamente en ciertas acciones que realizamos.
Regenera las neuronas
La neuro plasticidad es una función del cerebro, ya que no solo permite a adaptarse e ir evolucionando en las funciones, sino que además contribuye en la regeneración de células en el hipocampo (órgano del sistema límbico que regula las emociones). Por ello al guardar un poco silencio se mejora la memoria y la concentración y, por ende, la regeneración cerebral.
Controla el estrés
Las personas que se desenvuelven en ambientes con alto estrés y bullicio al tener períodos de silencio les ayuda a mantener el equilibrio. Así que ante un exceso de estímulos, es preciso tener espacios en silencio para controlar el estrés.
Restaura la energía
La sobreestimulación sensorial trae consigo una carga excesiva en la corteza cerebral. Esta parte se vincula con la resolución de problemas, por lo que los ruidos pueden afectar y esto se deriva en fatiga, nerviosismo e irritación. Así que para restaurar esa energía es necesario tener un poco de silencio para tomar las mejores decisiones.
Así que aunque parezca absurdo, crea momentos de silencio y respira profundamente para que puedas conectarte con el ambiente y el momento sin decir una sola palabra. Quizás, sean pequeños instantes de silencio, pero que sin duda van a ayudar a reintegrarte a tu vida.