Quizás de las zonas en las que reflejan esos kilitos de más es en la espalda, ya que es uno de los lugares donde suele almacenarse esa grasa indeseada. Así que una buena alimentación baja en azúcares y grasas a la par de unos cuantos movimientos al día van a poder lograr resultados fehacientes en poco tiempo.
Ejercicio 1
Acuéstate boca abajo sobre una esterilla. Extiende los brazos hacia los lados y sin alzar los pies comienza a levantar la espalda arqueándola. Regresa a la posición inicial. Haz 2 series de 10 repeticiones.
Ejercicio 2
Ponte en cuatro o cuadrupedia. Relaja la espalda y arquéala lo más que puedas hacia arriba. Luego empújala hacia abajo como si quisieras tocar el suelo con el abdomen. Sube y baja 5 veces y, posteriormente descansa.
Ejercicio 3
Recuéstate boca arriba sobre una superficie plana. Flexiona las rodillas y coloca las manos detrás de la cabeza. Levanta la espalda del piso y lleva el codo derecho hacia la rodilla izquierda. Haz 10 torsiones de cada lado. Recuerda que todo el tiempo debes contraer el abdomen.
Ejercicio 4
Recuéstate de lado sobre una colchoneta y apoya el codo en el suelo. Las piernas y la cadera también deben apoyarse en la superficie. Contrae el abdomen lo más que puedas y trata de mantenerte recta. Después eleva la parte inferior del cuerpo sin doblar las piernas. Haz 15 repeticiones de cada lado.
Ejercicio 5
Ponte sobre una pelota de Pilates boca abajo. Mantén el equilibrio con las puntas de los pies. Además estos deben situarse a lo ancho de los hombros. Dobla los brazos detrás de la cabeza y comienza a subir y bajar la espalda como si hicieras abdominales de espalda. Haz 15 repeticiones.
Se puede complementar los ejercicios con un buen masaje en la espalda presionando suavemente para poder acabar con esos molestos rollitos. Además, recuerda que la postura es importante para conservar la firmeza de esa zona del cuerpo.