Seguramente el tomar las riendas de tu vida e iniciarte en el deporte, no ha sido nada fácil. Pero al cabo de ciertos meses te preguntarás ¿Y ahora qué sigue? Así que si te ha pasado por la cabeza guardar esas zapatillas, pero estás consciente que el ponértelas en un futuro no será sencillo. Es mejor seguir esta guía sobre lo que debes considerar para que no pierdas todas las metas que has logrado y las que faltan.
1. Deja la zona de confort
Investiga si en el lugar donde entrenas hay más opciones para ejercitarte, la idea es que tomes otras rutas y no te quedes en la misma. Alimenta tu cabeza con nuevos recorridos, no la satures con lo mismo todos los días.
2. Mantente hidratado, pero no de cócteles
El consejo más común al entrenar es hidratarse, sobre todo cuando la temperatura está a tope. Pero eso no se traduce en darle con todo a las cervezas y los cócteles. Así que si tienes pensado ejercitarte al aire libre, no olvides el agua.
3. Busca un acompañante
El objetivo primordial es hacer deporte. Así que no hay excusas de si lo harás mal o más lento. Sin embargo, un acompañante te ayudará a ser honesto contigo, sobre todo cuanto estés a punto de tirar todo por la borda.
4. Ve preparado para lo que te depare el destino
Siempre ve preparado para tomar otras variantes y, con ello, descubrir nuevos lugares. Si vas a correr, quizás te topes con alguna fruta poco usual o algún objeto de tu agrado. Esto hará que tu próxima salida te motive más y más.
5. Guarda el pulsómetro
Si siempre entrenas con pulsómetro en mano, quizás convendría no saturarte para cumplir la meta establecida diaria. Si hace mucho calor y no es fácil mantener la intensidad a la que estás acostumbrado, entonces déjate llevar y comprueba qué sucede al terminar.
Así que nunca veas al ejercicio como una barrera que te pone trabas para lograr la meta. Más bien, busca el modo de que esta sea distinto, divertido y lleno de grandes logros ¿Y tú, qué haces para motivarte día a día?