Seguro que este año lo has empezado con el pie derecho al lograr estar en forma y saludable. Pero quizás te cueste trabajo con respecto al tema de la comida. Así que es momento de saber algunos consejos que te ayudarán a adaptar las recetas para minimizar la grasa, el azúcar, la sal, las calorías y aumentar la fibra.
Corta con la grasa
Si es preciso freír la comida, lo mejor es usar una sartén antiadherente para freír en seco, o bien, reducir a una cucharadita. En dado caso que sientas que tu comida se seca, agrega un poco de agua. Los aceites que uses, es mejor que sean altos en grasas buenas por ejemplo el aceite de oliva.
Corta con las sales
La mayoría de las recetas precisan de sal. Pero una buena idea para empezar a reemplazar la sal, es por medio de condimentos como pimienta, especias, hierbas, vinagre o zumo de limón. Usa una calculadora de sal para descubrir cuánto realmente colocas en la comida.
Corta el azúcar
Usa menos azúcar cuando cocines. La mayoría de los postres funcionan bien con otras alternativas como la miel orgánica, el jarabe de arce, la stevia y los frutos secos, etcétera. Ahora que podrías reemplazar esos postres repletos de azúcar por una fruta.
Incrementa la fibra
Experimenta el uso de alternativas marrón como la pasta o el arroz (integral), entre otros, ya que tendrás un extra de fibra para sentirte satisfecho por más tiempo.
De los alimentos que podrían resultar benéficos se encuentran los vegetales, la avena, los cereales, las legumbres y las semillas. Además, opta por comidas bajas en grasa, desnatadas y elige lo natural. No olvides que la ingesta de agua natural siempre es importante para que el organismo pueda trabajar adecuadamente.
Así que empieza por abrir tu panorama e ingiere alimentos ricos y nutritivos. Verás que todo esto vale la pena para ayudar a cuidar tu cuerpo y sentirte mejor que nunca.