Ciertas posturas de Yoga precisan que las muñecas carguen parte del peso de tu cuerpo. Por lo que resulta muy habitual que sientas una ligera molestia en ellas tras la sesión. Pero aguantar el sufrimiento no es la mejor manera de superar el dolor ni mucho podrás disfrutar la clase. La clave radica en desarrollar flexibilidad y fuerza en las muñecas y, buscar el mejor ángulo de apoyo antes que sufrir una lesión considerable.
Trabaja la flexibilidad y la fuerza de la muñeca
No todas las personas pueden gozar de unas muñecas flexibles. Para poder comprobarlo, dóblalas hacia atrás sosteniendo una posición de tabla de entre 30 a 60 segundos. Si duele, es necesario tener más flexibilidad. Para ello, deberás enfrentar tus palmas y ejercer presión entre ambas a la altura del pecho. También puedes realizar círculos durante el transcurso del día que ayudará a aflojar la articulación.
Así que la próxima vez que realices una postura de Yoga donde implique presión en las muñecas, empieza por hacerlo contra una pared o una silla para que las mismas se acostumbren a inclinarse hacia atrás y aumente la fuerza de manera progresiva.
Modifica el apoyo de las muñecas
Una de las razones por las que duelen las muñecas es con el ángulo extremo en el que las doblas, por lo que habría que usar un soporte para neutralizar dicho ángulo. Coloca las manos en un conjunto de mancuernas de cabezas cuadradas, o bien, deja que las almohadillas de las manos se apoyen en una colchoneta enrollada. De tal forma, el ángulo será menos intenso.
Incluso podrían usarse muñequeras de neopreno que envuelven alrededor de las muñeca y, con ello, se refuerza la articulación. Además, no interfiere con el rango de movimiento de las manos.
Date el tiempo de adaptación
Si eres principiante en Yoga o tus muñecas no tienen la fuerza necesaria, haz las posturas pero apoyándote en los antebrazos. Además, comprueba la posición de tu mano, ya que muchos cometen el error de no distribuir el peso uniforme en toda la mano, incluidos los nudillos. Por si fuera poco, si concentras el peso en la almohadilla de la mano, tan solo agravarás la situación.
Así que para tu siguiente sesión de Yoga, no olvides estas recomendaciones para tener unas muñecas resistentes libre de cualquier lesión.