Cuando pensamos en deportes, siempre lo asociamos con la condición física, pero rara vez con la salud mental. Sin duda, participar en deportes es excelente para el cuerpo, sobre todo cuando se hace con cuidado. Algunos de sus beneficios incluyen lo siguiente: mejora la flexibilidad y el rango de movimiento; fortalece los músculos, los huesos y los ligamentos; impulsa el sistema inmunológico; aumenta los niveles de energía; aumenta la capacidad pulmonar; mejora las funciones de los órganos; optimiza el sistema circulatorio, digestivo, respiratorio, etcétera; aumenta la tasa metabólica; mejora y mantiene la resistencia. Todos los beneficios físicos se aplican a cualquier deporte o ejercicio físico, pero ¿qué sucede con los beneficios para la salud mental? Hay muchísimas ventajas, pero estas son definitivamente las más dominantes:
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1. Concentración
El ejercicio físico, mantiene las habilidades mentales afiladas. El pensamiento, el tiempo de concentración, el aprendizaje, la conciencia espacial y el buen juicio, se estimulan al participar en deportes activos. Idealmente, deberíamos hacer ejercicio de 3 a 5 veces por semana durante al menos 30 minutos con una combinación de ejercicios de fortalecimiento muscular y actividades aeróbicas.
2. Estado anímico
Hacer ejercicio, cualquiera que sea el método que escojas, desencadenará la liberación de sustancias químicas en el cerebro que harán que tu estado de ánimo mejore y reduzca las ansiedades que pueden dificultar tu capacidad para relajarte.
3. Motivación
Obligarte a estar motivado para tu rutina de ejercicios o práctica deportiva, también te enseñará cómo motivarte para otras cosas en la vida. Si estás dedicado a tu rutina de ejercicios o deporte, estarás más inclinado a querer mejorar también en otras áreas de tu vida.
4. Ciclo de sueño
Hacer ejercicio durante el día hará que sea difícil mantener los ojos abiertos más allá de la hora de acostarse. Sin duda alguna, el deporte te ayudará a dormir y mejorará la calidad del sueño.
Muchas personas pasan por alto lo simple qué son los problemas de sueño aparentemente complejos. En la actualidad muchas personas luchan con malos ciclos de sueño o problemas de insomnio. Con frecuencia, el insomnio se encuentra asociado con la agitación emocional, sin embargo, también puede deberse a un exceso de energía.
Por tanto, un gasto insuficiente de energía, más permanecer despierto hasta tarde en la noche, provoca la liberación de hormonas que generan hambre, lo que hace que desees alimentos y agregues aún más calorías a tus reservas de energía. Así es cómo se crea un ciclo donde te despiertas agotado por la mañana sin querer hacer nada físicamente exigente.
Te despiertas cansado -> no tiene suficiente energía -> no realizas ejercicios -> anhelas alimentos para obtener energía -> no comes bien -> no puedes dormir -> se repite. ¡Eso es un problema!
Obtener el equilibrio correcto es la clave para mantener los niveles de energía altos a lo largo del día.
5. Autoimagen
Innumerables estudios han demostrado que el ejercicio físico disminuye los sentimientos de ansiedad, depresión y pensamientos negativos. Esto tiene mucho que ver con la química cerebral que ocurre durante y después de un buen entrenamiento.
Sin embargo, más que eso, el ejercicio incrementa nuestra confianza y mejora la imagen corporal. Cuando nos sentimos mejor con nosotros mismos nos sentimos más positivos con todo.
Si has estado luchando contra un contratiempo emocional, el ejercicio podría significar la diferencia entre manejarlo de manera natural o mediante medicamentos recetados.