Seguramente llevas un par de años usando desodorantes para reducir el olor de la transpiración. Las glándulas sudoríparas facilitan la eliminación de sudor para poder regular la temperatura del cuerpo y eliminar las toxinas. Y aunque esto no produce olor, cuando sudamos, la proliferación de bacterias generan mal olor.
Debido a ello solemos usar productos químicos de higiene personal que van a neutralizar el aroma y tener una sensación de frescura. El problema es que sus ingredientes se quedan adheridos a la piel y con el paso del tiempo puede influir en el desarrollo de enfermedades graves. Así que teniendo en cuenta los riesgos que acarrean los desodorantes, es importante desintoxicar las axilas para evitar un daño mayor.
Tratamiento para desintoxicar
En un frasco vierte una cucharada de arcilla de bentonita, una cucharada de vinagre de manzana, dos gotas de aceite de árbol de té y mezcla hasta homogeneizar y, obtener una consistencia de pasta. Es mejor mover los ingredientes con cuchara de madera, ya que la de metal podría resultar contraproducente. Toma una porción de esta pasta y coloca en las axilas durante 15 minutos. Después coloca un poco de humectante y listo.
Qué aporta
Este tratamiento resulta benéfico para el cuerpo, ya que produce una carga diferente y se une a las toxinas presentes en el fluido para su pronta eliminación, así como la expulsión de impurezas, productos químicos y metales pesados del intestino, boca y piel.
Por si fuera poco, dicho tratamiento reduce el acné, ya que es antibacterial, siendo eficaz contra cepas de bacterias dañinas. Además, sus componentes ayudan a minimizar la cicatrización, manteniendo una piel humectada y saludable.
Así que aunque pienses que el simple hecho de lavar las axilas es suficiente, esto no es así, ya que es preciso desechar todas las toxinas que impedimos sean expulsadas por el uso constante de productos químicos.