Un trabajo exhausto, una jornada muy demandante y un horario inflexible puede mantenerte sentado todo el día, lo que significa una vida agitada con mucho estrés y un estilo de vida con hábitos irregulares. Esto puede sacarte de contexto y entonces ahí salen a las golosinas, las papas fritas y los refrescos entre otros. Pero las calorías que se consumen son mucho más que la energía que se gasta, lo que tiende a acumular kilos. Por ello, a continuación te muestro cómo comer saludable aunque no te encuentres en casa.
1. Empacar comidas caseras
Es una forma infalible de asegurar minimizar comida peligrosa. La comida que se cocina en casa ayuda a satisfacer las papilas gustativas. Pero además de ello, puedes personalizar tus gustos y preferencias. La comida casera en porciones va a ayudar que te alimentes bien sin sentirte culpable.
2. Hidratación todo el tiempo
El beber agua sin importar donde te encuentres no puede tomarse a la ligera. Asegura tomar sorbos grandes antes y después de cada comida y, sigue ingiriendo en el transcurso del día. Esto es vital para aquellos que trabajan en lugares con aire acondicionado, ya que la piel carece de humedad, y por, ende precisa de hidratación.
3. Refrigerios al alcance de tus manos
Almacena algo de despenda en el escritorio o lugar de trabajo con snacks saludables. Esto será un incentivo extra para comer bien y te mantendrá alejado de la máquina expendedora. Así que hazte de un buen arsenal.
4. Opciones saludables
Existe miles y miles de opciones saludables para llevar la comida a la oficina o el lugar de trabajo preparada por ti. Entre algunas comidas saludables está el yogur con frutos secos, una barra de chocolate amargo con un 90% cacao, barras de proteína, frutos secos mixtos, garbanzos asados, chips de vegetales, trozos de coco fresco y frutas variadas, entre muchas más. Ahora que si tienes tiempo, podrías preparar algunos snacks más complejos que seguro valdrá la pena.
5. Porciones controladas
Siempre resulta una buena idea comer bocadillos para satisfacer el hambre, en lugar de privarse de ella. Sin embargo, la clave radica en controlar las porciones de refrigerios para no acumular calorías y pesos innecesarios.
Así que empieza a transformar tus hábitos y come saludable al lugar donde vayas. Verás que al final todo habrá valido la pena y el organismo va a funcionar a la perfección.