Si bien, la salud digestiva tiene que ver con la condición de cada persona, el lograr una correcta digestión requiere de nutrientes. Asimismo, la inclusión de probióticos favorecen la flora intestinal. Por tanto, médicos y nutricionistas señalan que en la dieta de una persona no pueden faltar los prebióticos y los probióticos para potenciar y mejorar la digestión. Los probióticos son microorganismos (bacterias o levaduras) que pueden encontrarse en suplementos y medicamentos, pero también pueden hallarse de forma natural en distintos alimentos. Es por ello que a continuación te muestro un par de ellos para que los tengas siempre en casa.
Pepinos agridulces
En general, los encurtidos son una fuente importante de probióticos, pero en particular los pepinillos o pepinos agridulces cuentan con bacterias benéficas que resultan excelentes para la digestión. Es aconsejable que se realicen de forma artesanal para poder aprovechar los probióticos al máximo. Sin embargo, cabe señalar que este alimento es altamente acidificante.
Miso
El miso significa “fuente del sabor”. Es un condimento fermentado con un gran sabor. Se trata de una pasta espesa color blanca, marrón, roja o amarilla, de sabor salado y amargo que tiene origen en China y luego se extendió a Japón hasta llegar al Occidente.
Kombucha
La kombucha era utilizada en la medicina tradicional China y se le atribuyen propiedades energizantes, depurativas y antioxidantes. Se trata de un fermentado por el efecto de una colonia simbiótica de bacterias y levaduras llamadas SCOBY. Dicho proceso de fermentación le confiere a la bebida vitaminas, enzimas, ácidos orgánicos y aminoácidos que resultan benéficos para la salud y, sobre todo, para la digestión. Además, cabe señalar que es otro de los súper alimentos que está cobrando mayor importancia.
Kéfir
El kéfir es un producto similar al yogur, pero con una cantidad mayor de probióticos. El cual es un fermentado de levaduras y bacterias provenientes del este de Europa y sureste de Asia. Su nombre procede de la palabra turca que quiere decir “sentirse bien” después de comer. Este nombre se le asigna tanto al conjunto de microorganismos como a la propia bebida. Es excelente para tratar diversos problemas digestivos, combatir infecciones bacterianas y mejorar la salud de los huesos. Además, es una gran alternativa para aquellas personas intolerantes a la lactosa.
Así que si eres de aquellas personas que tiene problemas asociados con la digestión, no dudes en preguntarle a tu médico si alguna de estas alternativas naturales pueden funcionar (según tus antecedentes) para que puedas consumirlas cuanto antes.