La sospecha de que nos salen canas cuando estamos estresados está bien fundada, ya que existe una situación particular que se le conoce como el síndrome de María Antonieta (según cuenta la leyenda cuando la Reina Francesa iba a ser guillotinada encaneció de forma súbita de la noche a la mañana, de ahí provine la denominación del síndrome a los casos clínicos de aparición brusca de canas). Y aunque esto no sucede de la noche a la mañana, existe una explicación científica para el encanecimiento ante situaciones estresantes.
Qué son las canas
Las canas es un estado natural del pelo. Se trata de cabello sin pigmentación que se hace más evidente a medida que envejecemos. Con esta perspectiva, sería complicado creer que si estamos estresados podríamos tener ausencia de color en el cabello.
El color del cabello se debe a las células (melanocitos). Dichas células producen el pigmento melanina, el cual colorea la piel y el cabello. La mayor o menor oscuridad es dada por una variedad de esta sustancia que es la melanina. Así que con el proceso de envejecimiento, los melanocitos pierden su capacidad de producir melanina. Por tanto, a menor melanina, menor coloración oscura de cabello.
Qué dice la ciencia
La ciencia ha descubierto que el estado de estrés podría agotar las células madres que producen pigmento en todo el pelo. Al agotarse, deja de colorear folículo piloso y aparece la cana. También se encontró una relación estrecha entre los genes que dan el color del pelo y los que dan respuesta inmune del organismo. Este vínculo explicaría porque algunas personas que pasan por procesos infecciosos graves, encanecen. Esta genética está en relación a la afección de la piel conocida como vitiligo, donde aparecen manchas sin pigmentación en todo el cuerpo.
Más allá de la posibilidad del estrés como generador de canas, no podemos evitar el efecto del envejecimiento. Por tanto, los factores genéticos parecen desempeñar el papel más importante en la determinación del momento en que el cabello comienza a perder su color.