Después de esas vacaciones, el estar en la playa, las montañas, el sol, y los paseos, hay quienes desean que perdure ese bronceado. Así que habría que ponerse las pilas con estos consejos para conservar todo lo bueno que hemos generado en nuestra piel y, con ello, prolongar ese toque de color de forma natural.
Exfolia e hidrata la piel
El ambiente seco de la ciudad acompañado de los aires acondicionados y la polución de la piel, puede llevarla a la resequedad y la descamación. Pero si queremos mantener la piel dorada y bronceada, lo ideal es comenzar con una exfoliación y después hidratar a fondo. Este proceso hará que se desprenda a fondo las impurezas y restos de células muertas, lo que al final ayudará a revitalizar la piel de una forma rápida y eficaz.
Las manos y los pies, son de las partes del cuerpo que más sufren durante el verano y a veces resultan olvidadas . Al aplicarse un protector solar, estás haciendo una exfoliación. Así que recuerda que el cuerpo no acaba en las muñecas y los tobillos, ya que las manos estarán libres y podrán ser susceptibles a manchas antiestéticas.
Recupera la luminosidad
En el verano dejamos de lado las tareas de limpieza del cutis y el cuidado del rostro. La piel se cansa de tanto sol, cloro y menos horas de sueño, por lo que habría que recuperarla cuanto antes para mantenerla a raya de las temidas arrugas que podrían instalarse. Así que una crema hidratante con la protección solar puede ser la solución. No olvides que también habría que tener los cuidados necesarios en el cuello y el escote.
Ten en cuenta que debes hidratarte por dentro y por fuera. Por tanto bebe al menos 1 ½ litro de agua al día y, si son 2 litros mucho mejor. La piel te lo agradecerá y tu cuerpo también. ¿sencillo, no crees?