Hoy en día son más y más variados los productos de higiene corporal que se pueden encontrar en el mercado. Sin embargo, hay uno que a pesar de todo logra sobresalir y es el jabón neutro, siendo un producto con grandes beneficios para la piel y el cuero cabelludo. Así que si aún no sabes lo que haces por ti, sigue leyendo para que conozcas más al respecto y te animes a probarlo.
Usos
Este tipo de jabón no contiene perfumes, colorantes, así como otros componentes que tienen los jabones de tipo industrial. Se fabrica con aceites naturales o grasas animales y es de un color blanco o beige (si llegase a presentar otro tono, lo más seguro es que se le hayan incorporado algún ingrediente distinto, o bien, sea artesanal).
El jabón neutro tiene un pH parecido al de la piel humana, por lo que se recomienda para pieles sensibles. Aunque también es ideal para pieles secas, grasas y mixtas. En el caso de la piel grasosa ayuda a eliminar grasa acumulada en los poros y deshace el sebo que se encuentra en barros y espinillas, ya que es un antibacterial natural.
Además, es un jabón hipoalergénico, lo que quiere decir que el riesgo de producir alergias es mínimo, pero no se descartan debido a los ácidos grasos con los que cuenta. Tiene propiedades higroscópicas e hidratantes que absorben la humedad del medio y lo trasladan a la piel. Se emplea de forma frecuente en pieles que presentan irritaciones. Sin embargo, también se usa para limpiar heridas antes de la curación, para hidratar el cuero cabelludo y como desmaquillante.
Para saber si el jabón neutro hace o no reacción en tu piel, es necesario hacer una prueba. Así que si existe comezón, picor, dolor o ardor, enjuaga de inmediato. Aunque cabe señalar que el jabón nunca debe de provocar síntomas molestos al usarlo, más bien esto sucede porque la piel no está asimilando bien el producto.