Haz que la disciplina de Yoga sea una medicina para el cuerpo, cuyas posturas ayuden a aliviar distintas dolencias. Si bien, con una práctica continua los efectos físicos comienzan hacer visibles (flexibilidad, equilibrio, fuerza, minimizar dolencias, o bien, desaparecer). Toda cultura del Yoga está ligada al cuidado del cuerpo, considerado como el templo de Dios, ya que un cuerpo sano es un aliado y garantía en el trabajo interior y el proceso de evolución de la conciencia.
Postura de loto
Esta postura ayuda a minimizar el dolor de rodillas y tobillo, además de fortalecer las caderas. Para ello, siéntate sobre un esterilla con las piernas cruzadas. Coloca el pie derecho sobre el muslo izquierdo con la planta del pie hacia arriba. Ahora pon el pie izquierdo sobre el muslo derecho de la misma forma. Descansa las manos sobre los muslos y permanece unos segundos. Haz respiraciones profundas.
Postura del gato
Esta postura ayuda a relajar los músculos del cuello, evitando tensiones. Incluso fortalece la zona lumbar y resulta muy relajante. Para ello, ponte en posición de cuadrupedía, asegurando que las muñecas queden debajo de los hombros y las rodillas a la altura de la cadera. Inhala y arquea la espalda hacia abajo, levantando la cabeza y el coxis. Exhala lentamente y cambia la postura para poner la espalda redonda hacia arriba. Lleva la barbilla al pecho. Realiza al menos 10 repeticiones.
Postura del caimán
Esta postura ayuda a minimizar el dolor de la ciática y el lumbago a la vez que mejora el riego sanguíneo, brinda flexibilidad a la espina dorsal y estimula la función digestiva. Para ello, colócate boca abajo sobre una esterilla. Pon las manos en el suelo al lado de los hombros. Estira los brazos de a poco y arquea el tronco, manteniendo las piernas juntas con las rodillas en el aire. Lleva la cabeza hacia atrás lo más que puedas. Mantén la posición durante 60 segundos.
Postura del triángulo
Esta postura ayuda a tonificar los músculos del cuello, el tronco y las piernas, a la vez que revitaliza los músculos y nervios intercostales y los oblicuos del abdomen. Asimismo, alivia dolores de espalda y previene dolencias de la ciática. Para ello, ponte de pie y separa las piernas. Coloca los brazos en cruz e inclina el tronco de a poco hacia un lado. Inclínate adelante hasta llegar con la mano al pie o el tobillo correspondiente. Dirige la mirada hacia arriba y mantén la posición durante 40 segundos. Cambia del lado y repite el proceso.
Recuerda que estas posturas de Yoga pueden realizarse en grupo y mantener una periodicidad. De esta forma, podrás obtener los beneficios que esperas para tu cuerpo y mente.