Cuando por desgracia sufres una lesión, una de las cosas que más te preocupa es perder todo lo que ya habías ganado en cuanto a tu aspecto físico. Pero no te agobies, que sólo tienes que cuidarte un poco para regresar de nuevo a tu entrenamiento.
Consejos
Seguir las indicaciones de tu médico. Si no sigues las instrucciones al pie de la letra, lo más posible es que tu lesión tarde más tiempo en curarse, o bien, se cure mal y cuando hagas un esfuerzo en el músculo o la articulación, volverás hacerte daño. Así que no puedes apoyar, tomar peso, saltar, correr o realizar algún movimiento concreto, ten paciencia.
Cuidar la alimentación. Si la ingesta de calorías previas a la lesión estaba calculado a una actividad deportiva regular, ten en cuenta esto y baja las calorías diarias totales, ya que gastarás menos y así no engordarás. Además, algunos alimentos que pueden ayudarte en tu recuperación son los ácidos grasos omega-3, ya que ayudan a mantener sano el corazón y las membranas celulares.
Consumir proteínas. Las proteínas te ayudan a mantener el músculo en buen estado. Consume lácteos desnatados y combina legumbres con verduras o cereales para conseguir proteínas vegetales de alto valor biológico. No olvides las carnes sin grasa.
Incorporar frutas y verduras. las frutas y las verduras tienen pocas calorías, contienen fibra para evitar que te estriñas, minerales esenciales para tu recuperación como potasio, sodio, magnesio y zinc, así como vitaminas para los tejidos y la recuperación muscular.
Mantenerte hidratado. Al no moverte tendrás menos sed, pero sigue bebiendo al menos 2 l al día para poder mantener el funcionamiento óptimo de todos los procesos orgánicos.
Realizar ejercicios. Dependiendo de tu lesión, existen ejercicios que quizás puedas hacer. Si tienes una rodilla lesionada, puedes hacer ejercicios de musculación con los brazos. Si tienes un hombro o un codo lesionado, puedes ejercitar las piernas con una bicicleta estática, sentadillas o al menos salir a caminar. Realiza ejercicios isométricos, evitando la zona lesionada. Recuerda que estos ejercicios consisten en tensar el músculo y mantenerlo así en una posición estática.
Respirar correctamente. Procura hacerlo varias veces al día, ya que esto oxigena todos los tejidos corporales. También puedes hacer ejercicios de gimnasia hipopresiva. Ten en cuenta que estos ejercicios deberás mantener la apnea durante unos 15 segundos, una vez que has respirado profundamente, conserva la posición con los músculos y busca la postura en la que no te esfuerces la zona lesionada.
Verás que con estos simples consejos podrás volver a tu rutina lo antes posible sin haber perdido condición. Y recuerda que cuando vuelvas a entrenar, hazlo de a poco para no volver hacerte daño y siempre sigue los consejos de tu médico.