El estar en forma no requiere de matarse horas y horas en el gimnasio para obtener los resultados deseados. Para ello, es mejor incorporar hábitos de actividad física en tu día a día para poder reducir el sedentarismo y librarte de muchas enfermedades. Así que toma nota de estos simples consejos para que lo consigas fácilmente.
Consejos
Pon una excusa. Por salud, por lucir esa ropa que tanto te gusta, por ponerte ese traje de baño en las vacaciones, cualquier excusa es válida mientras te ayude a lograr el objetivo. Así que piensa en ello y ponte en marcha, pero se consciente que tu cuerpo vaya de a poco para que no exijas demás.
Dile adiós al sofá. Toma las riendas de una vez por todas y deja el sedentarismo de un lado. Olvídate del carro, la moto y el autobús y, empieza andar paso a pasito para que te mantengas activo. Es primordial que conozcas tu condición física.
Conserva la calma. Comienza de forma progresiva y evita los entrenamientos intensos o largas caminatas. Realiza pequeñas acciones durante tiempos cortos, ya que las prisas crean frustración. Dale tiempo al cuerpo para que reaccione al ejercicio.
Mantén la boca cerrada. No es necesario llevar una dieta rigurosa, pero ingiere alimentos saludables y olvídate del picoteo a todas horas, sobre todo de dulces, papas, pastelitos etcétera. Adquiere hábitos alimenticios sanos y de vez en cuando déjate apapachar con un capricho.
Usa el equipo adecuado. Cuando vayas a realizar una actividad física, usa ropa y zapatillas adecuadas para sentirte cómodo y evitar lesiones.
Disfruta en todo momento. No realices ejercicio con dolor o sufrimiento. Disfruta del deporte y ponte a tono con todas aquellas personas que te rodean.
Así que si sientes que el ejercicio no es tu amigo, es momento de darle otra perspectiva para que pueda ser tu aliado y estar en forma de una manera divertida.